De los jueguitos al Bitcoin, la historia del componente más caro de la computación personal

Representar la realidad, en los videojuegos, es, en el fondo, una compleja tarea matemática; en la imagen, el Pro Evolution Soccer 2021

Aunque siempre han estado un poco en los suburbios de la computación seria -tal vez porque, lamentablemente, consideramos poco serio el jugar-, los videogames están entre las tareas más exigentes que enfrenta una computadora . Tanto es así que cuando queremos simular e interactuar con entornos realistas no alcanza con un solo cerebro electrónico. Se necesitan tres.

Hace unos 40 años, las computadoras traían un cerebro electrónico que (para la época) era muy bueno. Hoy daría risa, pero en su momento, comparado con lo que la civilización conocía hasta entonces, era lo máximo. Pero su capacidad de cómputo no estaba especializada (vamos a decirlo así) en matemática de coma flotante. Esto suena a poesía dadaísta, y definitivamente no vamos a bucear en el asunto de los números reales, el estándar IEEE 754 y todo lo demás. Digamos, en cambio, que los primeros cerebros electrónicos necesitaban, para tareas como el diseño arquitectónico e industrial, un compañero que hiciera aritmética más rápido.

Nació así el coprocesador matemático , el segundo cerebro de esta historia. Los veteranos de la informática personal recordarán el primero de Intel, llamado 8087, que en su momento constituía un lujo para pocos.

Hoy no se concibe la computación sin cálculo de coma flotante, de modo que todos los cerebros electrónicos vienen, por así decir, con el coprocesador matemático integrado. O, lo que sería más acertado, ambos cerebros se fundieron en uno solo, al punto que una de las formas de medir el desempeño de estos dispositivos es por medio de algo llamado FLOPS . Suena a onomatopeya, pero son las siglas en inglés por Floating Point Operations Per Second . O sea, operaciones de coma flotante por segundo. ¿Y cuántos FLOPS son muchos FLOPS en este territorio abstracto? Bueno, una PlayStation 5 es capaz de sacar unas 10 billones de cuentas de coma flotante por segundo . O sea 10 tera FLOPS; un 10 seguido de doce ceros.

Ahora, ¿cómo puede ser que estemos poniendo una consola de videojuegos como ejemplo de cálculo matemático de coma flotante? ¿Eso no es algo que se usa más bien en física, química o ingeniería? Sí, claro, pero lo que viene a ocurrir es que los videojuegos buscan representar el mundo real de la forma más fidedigna posible, y el mundo real (salvo para los terraplanistas) se basa en leyes que pueden expresarse por...

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