Jóvenes 'ni-ni', una urgencia impostergable

Un problema que, en términos amplios, es de naturaleza social, aunque sus caras visibles sean de carácter laboral y escolar, es el de los jóvenes cuyas edades se encuentran en la franja de los 18 a los 24 años y no han cumplido con la escuela secundaria obligatoria ni han encontrado lugar formal para trabajar, y a los que se denomina "ni-ni" pues ni estudian ni trabajan.

Esa delicada cuestión que afecta a un conjunto no menor de 900.000 personas fue enfocada en 2014 mediante el Plan Progresar, cuyo objetivo era darles la oportunidad de que concluyeran la escuela media que habían abandonado. No obstante y a pesar de la oportunidad brindada, el desarrollo del Plan fue atractivo sólo para el 53% del conjunto de los convocados; el resto (47%) no respondió al subsidio implementado, como lo reconoció entonces el ex ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo.

Por su parte, el especialista del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, Eduardo Souza, aportó un punto de vista valioso: era necesario advertir que el eje del problema estaba ubicado en la familia, cuyas carencias el Plan Progresar no alcanzaba -ni alcanza- a resolver.

Marcela Romero, de la gerencia comercial de la consultora Manpower, confirmó el criterio generalizado de que los jóvenes que ingresan en el campo laboral tienen que haber concluido la escuela secundaria. Esa consultora informó también que en el año pasado hubo dificultades para conseguir aspirantes que respondieran al perfil de los requerimientos y, del modo más notorio, en los puestos que exigen habilidades técnicas.

En consecuencia, si los que no dieron respuesta favorable al Plan Progresar se...

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