Iván Duque no consigue frenar las protestas con sus concesiones y enfrenta otro paro

BOGOTÁ.- Colombia vivirá hoy una nueva jornada de huelga nacional, solo seis días después de la histórica manifestación del jueves pasado y en medio de la "gran conversación nacional" convocada por el presidente Iván Duque.A pesar de los avances sobre la mesa del diálogo y de los primeros frutos, con ventajas tributarias para los más desfavorecidos, un factor impactó con tal fuerza en una sociedad descontenta que amenaza con resquebrajar la hoja de ruta propuesta por el gobierno: la muerte de Dilan Cruz, el joven de 18 años que recibió el impacto de una granada de gas lacrimógeno en la cabeza.Los convocantes del primer paro nacional redoblaron su apuesta con este segundo llamado, en un intento de hacerse con los mandos de la calle tras ser ampliamente superados por el sentir popular. En su primer cara a cara con el gobierno, los líderes sindicales y estudiantiles exigieron un trato preferencial, al margen de los otros interlocutores del gobierno y de forma directa con Duque.Uno de sus reclamos es precisamente la supresión del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), en el ojo del huracán desde que el sábado uno de sus agentes disparó contra que sacude Colombia. Las inmediaciones del hospital albergaron desde entonces concentraciones y cacerolazos, que se repitieron en centros universitarios. Banderas a media asta ondeaban ayer en buena parte de ellos.En Neiva, 100 encapuchados irrumpieron en la asamblea de estudiantes y atacaron a las fuerzas policiales, incluso detonaron un artefacto explosivo contra ellos. Un agente resultó gravemente herido y su pronóstico es reservado. Uno de los principales temores de la Inteligencia de las Fuerzas Armadas es la infiltración de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en 20 universidades.La gran paradoja que vive Colombia en las últimas horas es que un país que parecía acostumbrado a la violencia se rebeló contra ella para exigir responsabilidades como pocas veces antes. Naciones Unidas también realizó un llamado contra la impunidad. "El diálogo y el amor siempre serán nuestras mejores armas", reaccionó la familia de Cruz tras su muerte, un mensaje contra la violencia en el que insiste desde sus primeras declaraciones.Una de las principales demandas al Estado es que actué y termine con el asesinato de indígenas y de dirigentes sociales, víctimas de una guerra de otros: antiguas bandas paramilitares, los remanentes de las FARC, la guerrilla del ELN y las bandas mafiosas del narcotráfico."La...

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