Italia deja atrás a Berlusconi

La realmente insólita anomalía política y moral que, hasta no hace mucho, personalizara Sivio Berlusconi logró instalarse y permanecer en el centro del escenario político italiano por espacio de 17 años.Sin embargo, el ciclo del hombre que amalgamó el poder político con una inmensa fortuna privada, que comprendió tres períodos de gobierno (1994-95; 2001-06,y 2008-11), llegó a su fin. Berlusconi es sólo oposición. Apenas eso y con un pronóstico complejo. Destituido, ha perdido su banca parlamentaria y, con ella, la inmunidad que tanto procuró conservar.El balance de su larga actuación es claramente negativo para Italia y para la Unión Europea. Deberá ahora hacerse cargo de las condenas judiciales que previsiblemente se acumularán en su contra, tanto por problemas fiscales como de conducta.Falso frívolo, narcisista, una suerte de equilibrista natural, audaz, demagogo, populista, hábil en victimizarse, por momentos desfachatado y siempre oportunista, Berlusconi fue un maestro en el ejercicio de convertir a la política en un constante espectáculo, en distraer, manipular y pervertir todo, en despreciar los principios morales y en vivir inmerso en el prevaricato, los conflictos de intereses y los escándalos. Pese a ello, gozó de una extraordinaria popularidad. Su paso por la función pública significó una grave degradación institucional de la que Italia seguramente tardará en reponerse.Desde su imperio...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR