Los investigadores siguen la pista del sospechoso señalado por una vecina de la enfermera

La policía y la Justicia buscan a un hombre robusto, señalado por una vecina, como presunto responsable del asesinato de la enfermera Marcela Coronel, de 33 años, ocurrido anteayer en una casa de Longchamps. No obstante, a pesar de que la vecina vio a este hombre cuando fumaba en el patio de la casa de la mujer, los investigadores revisaban los movimientos de la pareja de la víctima, de 24 años.

Hasta anoche, los responsables de la pesquisa no habían encontrado el celular de Coronel, cuya hija, de tres años, fue abandonada en el jardín de una casa en Buenos Aires al 1300, en Burzaco.

Estos detalles indican que el asesino, después de matar a Coronel, quien trabajaba como enfermera en el Hospital Italiano, se apoderó del celular y llevó a la niña desde Longchamps hasta Burzaco.

Mientras que el testimonio aportado por la vecina de la víctima indicaría que el hombre robusto que vio fumando en el patio de la casa ingresó en la vivienda con el consentimiento de Coronel y del esposo. Esta presunción se fundó en que la mujer habría visto al sospechoso durante la madrugada, cuando en la casa estaban Coronel y su pareja.

Ayer, una versión aportada por el marido de la víctima indicaría que el homicidio de su esposa habría sido una venganza porque había denunciado la venta de drogas en el Centro de Tránsito de Personas en Situación de Calle del gobierno porteño, en Barracas, donde trabaja como custodio.

Sin embargo, los responsables de dicho centro asistencial negaron esa versión.

Al declarar como testigo en la fiscalía, la pareja de la víctima, que habría sido identificado como Gabriel...

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