Introducción al dossier. Juicios a los genocidas argentinos. Un análisis diacrónico a 15 años de la reapertura de las causas
Autor | Ludmila Schneider, Malena Silveyra |
Páginas | 9-11 |
Revista de Estudios sobre Genocidio. Año 12, volumen 16, Buenos Aires, diciembre de 2021, ISSN-e 2362-3985
Introducción
1 Daniel Feierstein, Juicios: sobre la elaboración del genocidio II, 1º ed., Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica,
2015.
En el año 2021 se cumplieron 15 años de la reapertura de las causas judiciales contra
los responsables del genocidio en Argentina, en lo que consideramos un hito funda-
mental en el proceso de construcción de la memoria sobre la experiencia atravesada.
Desde el fin de la dictadura, la lucha del ca mpo popular en general, y del movimiento
de Derechos Humanos en par ticular, estuvo signada por la exigencia de Juicio y Castigo
para los genocidas. El juzgamiento de los responsables de los crímenes de Estado
ocupó desde muy temprano un lugar preponderante en las demandas por Memoria,
Verdad y Justicia. Esta importancia diferencial asi gnada a los juicios se vincula con que
en nuestras sociedades modernas, los juicios son un terreno privilegiado en la cons-
trucción de representaciones sobre los hechos ocurridos en el pasado, acerca de los
cuales el Estado establece un relato y un juicio moral que es socialmente legitimado.1
Tras el acontecimiento sin precedentes del juicio a las juntas, en el cual los altos je-
fes militares fueron sentados en el banquillo de lo s acusados apenas recuperada la de-
mocracia, el proceso de juzgamiento fue obturado en el marco de las leyes de Punto
Final (1986) y Obediencia Debida (1987) primero, y los indultos presidenciales despué s
(1989-1990). Durante los años en los cuales la vía judicial local se encontraba cerrada,
los organismos de derechos humanos desplegaron novedosas estrategias para llevar
a cabo el juzgamiento de los crímenes de la dictadura. No fue sin embargo hasta la
sanción de la nulidad de las leyes mencionadas (2003), y su posterior declaración de
inconstitucionalidad por par te de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (2005), que
pudo comenzar a vislumbrarse el fin de la impunidad.
En consecuencia, durante 2006 se desarrollaron las dos primeras causas que inau-
guraron un ciclo de juicios contra los responsables del genocidio que continúa abier-
to en la actualidad. La primera de ellas en obtener sentencia fue la causa contra Julio
Simón, alias “el Turco Julián”, por la apropiación de Claudia Victoria Poblete y el sec ues-
tro y tortura de sus padres, José Poblete y Gertr udis Hlaczik, proceso que tuvo lugar en
el Tribunal Oral Federal Nº 5 de la Ciudad de Buenos Aires. Poco después, el Tribunal
Oral Federal Nº 1 de L a Plata condenó al genocida Miguel Etchecolatz, quien fue direc-
tor de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buen os Aires, por su responsabi-
lidad en los crímenes cometidos en perjuicio de 14 víctimas al interior del denominado
circuito Camps.
A 15 años de aquellos primeros juicios, el proceso de juzgami ento argentino se con-
tinúa desarrollando sin interrupciones, y ha adquirido una enorme trascendencia tanto
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