Intervención 'parcial' a Edesur: una aventura del Gobierno que no tiene sustento jurídico

La confusión que expresa el Gobierno en el caso Edesur empieza en un hecho que ya lleva dos décadas y que se convirtió en un punto central del llamado "relato kirchnerista ". Los cortes en el suministro de electricidad en miles de hogares metropolitanos se explican por la falta de inversión; y esa falta de inversión es producto de años donde el kirchnerismo blandió la bandera de que los servicios públicos se entregan a precio de regalo .

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El último capítulo de la zaga está escrito sobre un postulado que no tiene sustento jurídico: la intervención por área de una sociedad. Se trata de una nueva movida en la que el común denominador es la sobreactuación de medidas inconducentes. Como se dijo, mantener el relato pese a todo.

La legislación argentina no establece ninguna posibilidad, al menos legal, de intervención parcial de una empresa . Los abogados del Estado saben perfectamente que Edesur es una sociedad anónima que tiene como objeto social la explotación de la concesión de un servicio público que el Poder Ejecutivo puede rescindir ante un incumplimiento contractual .

¿Qué más podría hacer? Las medidas son concretas y puntuales. Por un lado, en caso de que haya alguna irregularidad societaria, usar el brazo regulatorio que le da la Inspección General de Justicia (IGJ) para poder intervenir en las cuestiones técnicas , no comerciales, de una sociedad. De hecho, su titular, Alberto Nissen , ya ha prestado los servicios al ente para alguna otra ocasión de enojo temporal con alguna compañía.

La otra opción es el Ente Regulador de la Electricidad (ENRE) , que sí podría actuar en cuestiones técnicas, aplicables al contrato de concesión, o directamente y mediante una resolución, intervenir la empresa totalmente . Ni siquiera sería necesaria la firma del presidente Alberto Fernández en un decreto.

Solo un dato para agregar. Desde 2014, durante la gestión energética de la dupla Julio De Vido y Roberto Baratta, el organismo de contralor colocó 30 personas en las zonas técnicas de la empresa. Desde entonces, esos empleados cobran un sueldo del ENRE y prestan servicio en las áreas específicas de la firma. Además, el ENRE nombró una veedora, que está en Edesur.

Deviene una pregunta entonces: ¿Por qué no lo hace? Y la respuesta pareciera que tiene que ver con los problemas reales de los cortes, la falta de planificación a largo plazo de una infraestructura cada vez más demandada que con la mala gestión...

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