Un intendente escandaloso

Muchos vecinos de Escobar se preguntaban en 2015 quién era Ariel Sujarchuk, el candidato a intendente por el Frente para la Victoria (FPV). Vecino del distrito, se vio beneficiado por una apabullante campaña publicitaria que cualquier candidato hubiera envidiado. Tan fuerte fue el apoyo político y económico que obtuvo por parte del kirchnerismo que, ya antes de los comicios que lo ungieron como jefe comunal, Sujarchuk se manejaba en Escobar como el intendente en las sombras.

Recientemente, fue sobreseído de modo escandaloso por Adrián González Charvay, juez federal de Campana, en una causa que lo involucraba en el desvío de fondos públicos del plan Argentina Trabaja, precisamente, para su campaña política. La fundada sospecha era que los fondos de las cooperativas de trabajadores destinados a tareas de infraestructura y limpieza fueron usados para abonar facturas por servicios que jamás se concretaron.

Sujarchuk fue funcionario de Alicia Kirchner en el Ministerio de Desarrollo Social y tuvo un cargo en la UBA, donde se lo recuerda por sus destratos y su absoluta discrecionalidad en el manejo presupuestario.

La denuncia por la que recientemente fue sobreseído involucraba unos 9 millones de pesos. La causa, a lo largo de 4000 fojas, cuenta, entre otras cosas, con un informe del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes), que dio cuenta de domicilios apócrifos y otras irregularidades de las cooperativas beneficiarias. Es más, consta también el testimonio de la responsable de una de esas entidades, que asegura que Sujarchuk solía pedir a los alumnos que cursaban allí estudios que armaran reuniones políticas en su favor.

El informe reveló que 13 de las cooperativas del programa no existían en los domicilios declarados, incluso algunos coincidían con la sede de la intendencia, y que otras 13 directamente no existían. De todas las cooperativas que pudieron ser relevadas, ninguna poseía los libros obligatorios, que eran retenidos por los imputados, indicio claro de que los trabajos no se realizaban. También se descubrió que algunos de los mayores proveedores que vendían los insumos para las cooperativas del programa, a quienes se les pagaron importantes sumas de dinero, no existían tampoco en los domicilios declarados, lo que revelaba otro indicio de la presunta malversación de caudales públicos por parte de Sujarchuk.

A lo largo de los dos años de trámite de la causa, la complacencia de la justicia federal no fue inocua, pues...

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