La integración latino-caribeña: el problema agrario

AutorLic. Freider Santana Lescaille
CargoProfesor Facultad de Derecho, Universidad de Oriente

Los temas que nos ocupan tienen hoy relevancia y mucha actualidad pues con la integración regional se promueven acuerdos comerciales que cada vez adquieren mayor significación en el contexto global; de hecho, se estima que entre 50 y 60 por ciento del comercio mundial se beneficia actualmente de preferencias regionales. La integración permite la ampliación de los mercados y el comercio subregional, intercambiar tecnología, negociar mejor, facilitar la financiación de proyectos, establecer políticas de cooperación y programas de acción en la zona entre otras ventajas.1

El desarrollo agrario es evaluado con firmeza en todos los escenarios de nuestra aldea mundo, pues se considera que de él depende en gran medida la seguridad alimentaria sobre todo de los países en desarrollo.

Asumimos como definición de problema agrario la aportada por el Dr. Rolando Pavó Acosta2 donde no desaprovecha ninguna arista de esta multifacética cuestión. En tal sentido lo describe utilizando dos planos: uno general, relacionado con las contradicciones socio económicas y políticas que se entretejen en la realidad rural; otra visión mucho más práctica, en la que se evalúa la estructura de la distribución de la tierra, los niveles de vida, productividad, conservación y aprovechamiento del suelo, grado de realización de los derechos fundamentales

Ambos temas –la integración y el problema agrario- se entremezclan en un feliz matrimonio, no pocos afirman que la formación de mercados agrícolas comunes intensifica cualquier pretensión política de unidad, vista desde nuestro prisma: de integración regional. Esta debe para consolidarse recorrer un amplio camino que transita desde el establecimiento de una zona de libre comercio entre sus miembros para el acceso libre de sus productos, la unificación aduanera que significa una política arancelaria común con terceros países, creación de un mercado común de bienes, servicios, capitales, empleos hasta construir una unión política. Algunas de estas cuestiones serán objeto de análisis más adelante.

Para los juristas que tienen como centro de estudio al derecho agrario les resulta imprescindible evaluar los impactos que tienen los procesos de integración en los ordenamientos internos, pues ninguna de las ramas del derecho queda excluida de recibir los efectos derivados de ese proceso.

Cooperación regional, agricultura y seguridad alimentaria

La Declaración de Roma, aprobada por la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996, considera que la seguridad alimentaria se alcanza cuando todas las personas, en todo momento, tienen acceso físico y económico a suficiente cantidad de alimentos sanos y nutritivos para cubrir sus necesidades dietéticas y preferencias alimentarias para una vida sana y activa. La seguridad alimentaria tiene tres ámbitos de intervención y tres dimensiones.

· En los ámbitos regional y nacional, el objetivo clave es asegurar la disponibilidad de alimentos de calidad aceptable. La disponibilidad de alimentos proviene de una combinación de producción interna y comercio regional e internacional. El desarrollo económico general es la mejor manera de promover la disponibilidad alimentaria total. Lograr la seguridad alimentaria nacional no es sinónimo de autosuficiencia alimentaria, y la promoción de la autosuficiencia puede hasta ser contradictoria con el mejoramiento de la seguridad alimentaria.

· En los hogares, el objetivo fundamental es asegurar que todas las familias tengan acceso suficiente a los alimentos. El acceso está en función de la demanda y del poder de compra de los consumidores tanto urbanos como rurales. La falta de acceso a los alimentos es básicamente un resultado de la pobreza. El papel de la agricultura es crucial para la erradicación de la pobreza, puesto que el 70 por ciento de la gente muy pobre y de aquella con inseguridad alimentaria vive en zonas rurales. Los pobres rurales dependen de la agricultura tanto para sus ingresos como para sus derechos alimentarios. La inseguridad alimentaria crónica puede ser enfrentada más eficazmente a través de políticas que promuevan la productividad agrícola, los ingresos rurales y la producción de alimentos (FAO, 2001). La evidencia reunida por Norton (FAO, diciembre 2003) apoya la opinión expresada por Mellor (2000) de que se ha tendido a considerar que el crecimiento económico reduce la pobreza, cuando de hecho son los efectos directos e indirectos del crecimiento de la agricultura los que determinan casi toda la disminución de la pobreza.

· Para los individuos, el objetivo clave es asegurar el consumo alimentario y su calidad nutricional. El consumo de alimentos se relaciona con temas alimentarios y nutricionales y es afectado por las costumbres, la distribución de los alimentos dentro del hogar, los hábitos de alimentación madre-hijo y la preparación de los alimentos.

La seguridad alimentaria es afectada por el comercio internacional en general y por el comercio agrícola en particular: i) el acceso a los alimentos mejora en los casos en que el aumento del comercio intrarregional facilita el crecimiento económico y aumenta el empleo y la capacidad de generación de ingresos de los pobres.

La FAO ha desarrollado proyectos en el contexto de las Estrategias Regionales para el Desarrollo Agrícola y la Seguridad Alimentaria y del seguimiento de los Programas Regionales para la Seguridad Alimentaria (PRSA), que doce grupos económicos regionales han preparado3. Las Estrategias Regionales se basaron en las principales recomendaciones de política que emergen de los Documentos de Estrategia para el Desarrollo Agrícola Nacional que siguieron a la Cumbre Mundial de la Alimentación, preparados por los miembros de cada agrupación. Estos documentos identifican las áreas que requieren inversión y apoyo técnico para el desarrollo agrícola y la seguridad alimentaria, incluyendo el Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA) en los países en que se está aplicando. Los Programas Regionales (PRSA) están diseñados para aplicar los elementos fundamentales de las Estrategias Regionales, y usualmente incluyen tres elementos:

· estímulos al comercio;

· armonización de las políticas agrícolas nacionales

· apoyo a los países donde se aplica el Programa Especial para la Seguridad Alimentaria.

El comercio agrícola Intrarregional

El crecimiento del comercio agrícola intrarregional puede también promover la seguridad alimentaria en dos formas adicionales; ii) aumentando los suministros internos para satisfacer el consumo; y iii) reduciendo la variabilidad del abastecimiento global de alimentos.

Alan Matthews4, examinó el impacto de seis acuerdos regionales de comercio sobre el comercio agrícola. Resulta interesante el análisis que hace sobre el caso del MERCOSUR; encontró que éste tenía influencia positiva sobre el bienestar económico y había contribuido ayudando a que los miembros se abrieran a la economía agrícola mundial. La mayoría de los acuerdos regionales favorecieron el comercio agrícola. En contraste, el acuerdo en esta materia suscrito en el seno de la UE lo describe como perjudicial para comercio agrícola.

La integración: obstáculos al desarrollo agrícola

La integración también puede entrañar rasgos que pueden ser negativos o perjudiciales para alguna de las partes que intervienen en el acuerdo toda vez que estamos en presencia por lo general de contextos socioeconómicos diversos. En el caso del desarrollo agrícola también se evidencia esta realidad.

En países con estructuras agrícolas duales, las fincas comerciales más grandes, que están ya bien integradas al mercado, probablemente se beneficiarán, mientras que los pequeños propietarios de semisubsistencia tienen demasiadas limitaciones como para beneficiarse de las oportunidades del nuevo mercado, y pueden incluso salir perdiendo debido a la mayor competencia de las importaciones.

Algunos refieren que en el contexto de mercados desarrollados, los efectos distributivos de la integración regional sobre los pequeños productores agrícolas constituyen un nuevo tema de investigación, hasta ahora con pocas respuestas definitivas. Se argumenta que la suerte de éstos después de la integración depende tanto de la situación de sus productos (lo que la finca puede producir rentablemente) como de su situación de tenencia o propiedad sobre la tierra y de la diversificación o especificidad de sus inversiones. Los riesgos de la integración comercial señalan la necesidad de realizar evaluaciones específicas (en cada país y región) de los efectos de la integración sobre la situación general de los pequeños agricultores. La integración regional deberá siempre incluir acciones de inversión, asistencia tecnológica, alternativas de y posibles vías para integrar a los pequeños agricultores en empresas agrícolas. Una estrategia de integración regional sensible debe estar acompañada de medidas colaterales para atender los posibles impactos negativos de ésta.

La agricultura: Consecuencias en los mercados comunes

Si la agricultura es incluida en los acuerdos de integración regional, habrá fuertes incentivos para pasar a uniones aduaneras como ya hemos advertido antes.

Se pueden distinguir varias etapas en la integración de los mercados. La etapa inicial, cuando se eliminan los obstáculos al comercio intrarregional que surgen de dificultades de pagos (inconvertibilidad de la moneda, ausencia de cámaras de compensación o demoras en recibir los pagos), controles ilegales en carreteras, etc.

La segunda...

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