Integración demorada

Aunque muchos niños con necesidades especiales asisten felizmente a escuelas comunes, no todos pueden ejercer ese derecho a la educación inclusiva en todos los niveles que les reconocen las leyes 26.206 y 26.378. Estas normas, dirigidas a todas las escuelas públicas y privadas, sólo se cumplen parcialmente, y los progresos, si bien existen, son lentos y distan de satisfacer las demandas de la población escolar con necesidades educativas especiales. El desconocimiento, los prejuicios, los obstáculos edilicios y la necesidad de currículas especiales son algunos de los problemas en la materia.

Los padres tienen muchas dificultades para conseguir vacantes para sus hijos, sobre todo en escuelas cercanas a sus domicilios, pero es necesario que sean pacientes, que sepan que tienen todos los derechos y que efectúen las consultas necesarias.

Las discapacidades son variadas -pueden ser motoras, sensoriales o intelectuales y la preparación de los edificios, aulas, baños y salas de recreo no siempre está actualizada como la ley exige. Al mismo tiempo, no todos los docentes están preparados para atender a los niños, y la cantidad de maestras integradoras nunca resulta suficiente. Es más: hay escuelas privadas que exigen que la provean los padres, al tiempo que hay obras sociales que cubren ese costo y otras que no.

En muchos casos es imprescindible la presencia de las mencionadas maestras integradoras para acompañar a los niños en su paso por la escuela, como sucede con algunos chicos con síndrome de Down, o autistas, entre otros casos. Las autoridades educativas no siempre tienen en cuenta esa necesidad, y a veces imponen integraciones que no se pueden llevar a efecto de la manera más satisfactoria o incumplen la ley al derivar a los niños a escuelas especiales, por falta precisamente de maestras integradoras que acompañen al docente en el aula. De lo que se trata es de aceptar la diversidad y aprender de ella, algo que no se logrará recluyendo a los niños con capacidades diferentes. Esto es, en la mayoría de los casos, la filosofía absolutamente contraria a la integración.

La experiencia recogida demuestra claramente que los niños con necesidades especiales se muestran particularmente satisfechos al participar de todo o parte del trabajo escolar común y que eso influye de una manera altamente favorable en su evolución general. No debe olvidarse que la estimulación que significa la presencia de muchos niños sin sus dificultades genera un afán de...

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