Insólito efecto de la manipulación de datos del Indec

Volkswagen instaló en sus autos más sofisticados un software que manipulaba la información sobre las emisiones de gases contaminantes. El escándalo medioambiental y económico fue total: produjo la renuncia de su CEO y pérdidas por miles de millones de euros. La Argentina impulsó un fenómeno parecido, pero con un costo político aún desconocido.

Los retoques estadísticos del Indec también se piensan en un verde ecologista. De acuerdo con los datos oficiales, el país sobrecumplió desde 2007 las metas de contaminación que utiliza como referencia desde fines de los 90 y que sirven de guía para las políticas públicas medioambientales.

Sin embargo, según un análisis de especialistas en la materia que obtuvo LA NACION, esos datos están corrompidos desde al menos 2007: es que para elaborarlos se usan datos económicos del organismo.

Un estudio de la investigadora de la Ucema y autora del quinto Informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, Mariana Conte Grand, junto con el economista Ariel Coremberg, del Centro de Estudios de la Productividad Arklems-UBA, explicó que desde el año en el que fue intervenido el Indec las curvas entre el crecimiento del PBI oficial y el número local de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), que siempre mantuvieron el mismo ritmo, se desacoplaron como consecuencia de la manipulación del indicador de crecimiento. Tal falsificación derivó en que el Gobierno mostrara, además de una mayor actividad económica, una menor contaminación en relación al PBI, el índice que usa el país desde 1999 para analizar sus avances medioambientales.

La desconfianza en el Indec es cada vez mayor. Tanto es así que fue sugestivo que la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable anunciara 15 días atrás que en la Cumbre de Lucha contra el Cambio Climático, que se realizará del 30 de noviembre al 11 de diciembre en París, usará otra forma de medir la contaminación: el compromiso es alcanzar una meta de reducción de entre 15 y 30% de sus emisiones de GEI a 2030, pero no ya en función del PBI que calcula el Indec, sino respecto de lo que hubiesen sido si no se adoptara ninguna política respecto del clima.

"Es probable que el gobierno saliente no haya querido correr el riesgo de quedar expuesto con una meta ligada al PBI", resumió la investigación. La economista de la Ucema advirtió a LA NACION: "Puede decirse con certeza que, aunque es una cuestión menos conocida, la política de cambio climático de la Argentina también...

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