Inseguridad, entre la campaña y el avance narco

En enero de 2017, cuando despuntaba el año electoral, el Gobierno ocupó el centro de la agenda con una serie de anuncios en materia de seguridad, como el establecimiento de mayores restricciones al ingreso de extranjeros con antecedentes penales, el aumento de controles migratorios en los vuelos y el impulso de un proyecto para bajar la edad de imputabilidad, tras la conmoción producida por la muerte del joven Brian Aguinaco.Dos años después, la secuencia se repite con el anuncio de la compra de pistolas Taser, el protocolo para que los efectivos de seguridad puedan disparar sin dar voz de alto, y otra vez la discusión sobre los menores y las medidas para expulsar extranjeros con antecedentes. Cualquier similitud no parece ser fruto de la casualidad.En octubre hubo una reunión clave en la Casa Rosada en la que, con el aval de Mauricio Macri, se definieron las prioridades para los meses siguientes: aprobar el presupuesto, lograr una Cumbre del G-20 sin disturbios, estabilizar la economía y tener un fin de año en paz. Si las pruebas eran sorteadas con éxito, se pasaría a una fase de instalación de una agenda propia, más propositiva y favorable para el Gobierno, con el objetivo de recuperar la iniciativa perdida.Según una de las consultoras que asesora al macrismo, hay cuatro áreas de la gestión que son valoradas positivamente: seguridad, lucha contra el narcotráfico, obras públicas y transparencia. Huelga decir que la economía está entre los rubros con mayor desaprobación a pesar de que la escala de prioridades de la población es inversa. Un sondeo de Isonomía muestra que para el 34% de los encuestados el principal problema del país es la economía, mientras que la inseguridad ocupa el cuarto lugar con el 6%. Pablo Knopoff, uno de los directores de la consultora, entiende que hay "una convivencia con la inseguridad que hace que la gente descrea que alguien puede resolverla y que, en consecuencia, no sea un tema que defina una elección. La única novedad es que se empezó a ver a la Justicia como parte del problema y no de la solución por los casos de puerta giratoria, que muestran delincuentes libres en pocos días".Sin embargo, el tema seguridad se ha convertido en un activo conceptual para el Gobierno, a partir de promover un cambio de enfoque que prioriza a las víctimas del delito y no a los victimarios. Es un terreno en el que puede demostrar un contraste con el kirchnerismo. Y a Cambiemos no le sobran temas propios. "La lucha contra la...

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