La inquietante filosofía de un dramaturgo inusual

Esposas de dictadores I / Autor: René Pollesch. / Dirección: Luciano Cáceres. / Intérpretes: Leonor Manso, Dolores Ocampo, Ideth Enright, Héctor Bordoni, Fernando Sansiveri, Ignacio Rodríguez de Anca, Agustín Garbellotto y Martín Comán. Diseño de video: Iván Grigoriev. / Música: Gerardo Gardelín. / Vestuario: Oepe Uría. / Escenografía y luces: Gonzalo Córdova. / Funciones: miércoles a sábados, a las 22; domingos, a las 21. / Sala: Cultural San Martín, Sarmiento 1551. / Duración: 55 minutos.

En las obras de René Pollesch las ideas se dicen a los gritos. Puede parecer una decisión caprichosa, pero la realidad es que este autor y director alemán -referente del teatro experimental europeo- exige como condición para ceder los derechos de sus espectáculos que los conceptos teóricos y filosóficos de su texto sean gritados.

En Esposas de dictadores I -la última obra de Pollesch estrenada en Buenos Aires, con la dirección de Luciano Cáceres- los planteos que se gritan tienen que ver con el capitalismo, la familia, la sexualidad y las condiciones de representación en el teatro. Para llegar a esas ideas, se construye un mundo en el cual la figura central es Elena Ceau?escu (esposa del dictador rumano Nicolae Ceau?escu), interpretada por una Leonor Manso decidida a jugar y a explorar una actuación que surge del cuerpo. Pero hay que desconfiar de los supuestos personajes de las obras de Pollesch, porque nunca funcionan de un modo clásico, sino que constituyen medios para desarrollar su pensamiento filosófico.

En la puesta que ideó Luciano Cáceres, todo el dispositivo teatral está en función de que los conceptos de la obra se expresen de una manera no declamativa, aunque no por eso dejan de ser discursivos. En escena, una pasarela, algunas coronas fúnebres (la noción de muerte es una constante del espectáculo) y una pantalla de fondo son los elementos que habilitan la exposición de las ideas. Por ejemplo, que la familia es "lo único subversivo" y también un "peligroso pegoteo de dependencias mutuas".

Entonces si no hay personajes, no hay diálogos, no hay una historia, ¿qué es lo que queda de la obra? Los espectáculos de René Pollesch pertenecen a la heterogénea categoría de teatro conceptual y posdramático, un término que abarca a todas las representaciones que se escapan de la ficción clásica, con actores y decorados.

Entre las estructuras que la obra busca romper, el sistema de...

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