Un informante policial quiere la recompensa

Marcelo Mansilla llamaba todos los días al Ministerio de Seguridad desde la Triple Frontera. Aseguraba -allá por enero- que sabía dónde se escondía .

"Nos ofrecía cualquier locura. Cosas ilegales, irreproducibles", relató un funcionarios que trabaja con . Por ejemplo, prometía encontrarlo, reducirlo junto a "su gente", meterlo en el baúl de un auto y dejarlo del otro lado de la frontera donde -sostenía- tenían que esperar las fuerzas de seguridad argentinas para detenerlo.

Cuatro meses después de aquellos planes inconclusos, Mansilla se presentó ayer ante la juez María Romilda Servini de Cubría para reclamar protección, tras haber reclamado el cobro de la recompensa por captura de Pérez Corradi. Desde el entorno del imputado dicen conocerlo bien a Mansilla. Pérez Corradi lo acusa de haberlo intentado matar en marzo durante sus meses en Foz de Iguazú, Brasil.

¿Qué datos aportó Mansilla? Fuentes oficiales aseguraron a LA NACION que Mansilla señaló que Pérez Corradi estaba en Foz de Iguazú, cuando muchos lo buscaban en Ciudad del Este. "No es un dato suficiente para pedir una recompensa de $ 2 millones", dijo una alta fuente de Seguridad.

Desde el gobierno bonaerense -que ofreció la recompensa- sostienen que Mansilla nunca aportó información a esa dependencia. De todas formas, antes de pagar la recompensa, los funcionarios del ministerio bonaerense deben esperar el informe de Servini de Cubría sobre la información aportada. Hasta anoche, no tenían ninguna presentación realizada para cobrar la recompensa.

Antes que Mansilla, un testigo de identidad reservada que declaró ante una fuerza federal de seguridad hace un año aportó las direcciones de todos los departamentos y casas que alternó Pérez Corradi desde que se instaló en Ciudad del Este en 2012. El testigo también les entregó a los uniformados el número del celular de María Gladys Delgado Brítez, su mujer.

"Tengo el número de Gladys. Actualmente está activo. Además, tengo una foto del...