Indulto,el perdón se parece más a un gesto político que deportivo

Lo que comenzó como una amnistía negociada terminó con un perdón político. Fue la Conmebol presidida por el paraguayo Alejandro Domínguez la que terminó rubricando un compromiso asumido por su antecesor, su compatriota Juan Ángel Napout. Los puristas dirán que no hubo un indulto general para clubes y jugadores, y que en realidad se trató de una "medida de gracia" por el centenario de la asociación continental. Lo concreto es que Boca, el principal promotor de la purga, consiguió buena parte de lo que quería: en lugar de jugar ocho partidos de la Copa Libertadores (que empezó ayer) a puertas cerradas, la sanción se redujo a apenas dos, uno como local y otro como visitante. Racing (tenía suspendido a Sebastián Saja), Rosario Central (podrá jugar el primer partido en Arroyito con público), Huracán (le habían dado tres fechas a Ramón Ábila, pero sólo cumplirá una) e incluso River (acaba de contratar al uruguayo Iván Alonso, que debía dos partidos jugando para Nacional y sólo se perderá un partido) también se beneficiaron.

El comunicado oficial de la Conmebol se esperaba para el lunes, pero se publicó recién ayer al mediodía. Su contenido era aguardado desde el sábado, cuando la comisión de asuntos legales había elevado la sugerencia de reducción de penas. El comité ejecutivo de la asociación debía votarla. Y, en caso de empate, decidiría el presidente Domínguez. A última hora del domingo las informaciones hablaban de un apoyo "mayoritario" a la postura de rebajar los castigos. "Que quede claro que no es una amnistía, sino una medida de gracia", informaron desde Asunción. La presunción se transformó en realidad ayer, cuando la circular se publicó en la página web de la Conmebol. Lleva la firma del español Gorka Villar, director general del fútbol sudamericano. Hijo del presidente en funciones de la UEFA, Ángel María Villar, está acusado de extorsión en los tribunales de Montevideo por varios clubes uruguayos.

La decisión del comité ejecutivo provocó un cimbronazo en las redes sociales, que repercutió puertas adentro de la sede del fútbol sudamericano, en Luque, bien cerca del aeropuerto internacional de Asunción. En declaraciones radiales, el doctor Adrián Leiza, vicepresidente del tribunal de disciplina (que había redactado el castigo contra Boca) renunció a su cargo. Y, en radio La Red, acusó: "Esto no es un fallo. Es una resolución política". A última hora de ayer, el rumor era que también dejaría su puesto el presidente del tribunal de...

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