Las indisimulables piruetas de Cristina

Como Carlos Menem en 1999, cuando contrató la campaña de publicidad "Menem lo hizo", Cristina Kirchner dedica sus mejores energías a modelar la imagen que quedará de su administración. Es natural que alguien tan insistente en usar la memoria como insumo de la política los recuerdos del futuro.El viaje que la llevó a Roma y Nueva York fue un laboratorio para ensayar esa tarea. Gracias a ese experimento se vuelven más evidentes sus ensoñaciones, y las dificultades que encuentra para realizarlas.Un objetivo principal de la Presidenta en esta marcha hacia la puerta de salida es consolidarse en el cuadrante del populismo distributivo. La le presta servicios mucho más eficientes que la doméstica. No sólo porque, al tratarse de un país que perdió significación, los errores son casi inofensivos. Ella también tiene la ventaja de que, más allá de la frontera, nadie discute lo que dice.Intentó demostrarlo por la vía del absurdo, emitiendo un tuit con una foto para demostrar que Barack Obama tenía los auriculares puestos mientras ella hablaba en el Consejo de Seguridad de la ONU. Una buena noticia: si el presidente de los Estados Unidos no contesta sus catilinarias, por lo menos las escucha.La Presidenta demostró esa tarde que, en el ocaso de su mandato, no se conforma con enfrentar a los Estados Unidos. Ahora subió al patíbulo a Alemania, la mayor potencia europea. Vedada una nueva reelección, la abogada exitosa se postula como fiscal de Occidente.El núcleo de los discursos sobre el terrorismo estuvo bien articulado. Influida por la conversación con el papa Francisco, denunció el fracaso de una estrategia que, de Clinton a Obama, se fue volviendo cada vez más draconiana frente a un enemigo cada vez más violento. Atribuyó el error a que las decisiones se toman entre pocos. En boca de alguien que no convoca siquiera a reuniones de gabinete, pareció una autocrítica. Falsa alarma.Tal vez las presentaciones de la Presidenta habrían sido más consistentes si no hubiera equiparado a los especuladores financieros con los degolladores de EI, un insulto innecesario para George Soros, con quien se había reunido el día anterior. El kirchnerismo está fascinado con las metáforas ornitológicas. Ayer, los intelectuales de Carta Abierta, en una nueva declaración, descubrieron que, como en el viejo chiste, los periodistas también se vuelven "buitres" porque "capturan excedentes pulsionales".Más allá de las curiosidades, quedaron al desnudo los dos inconvenientes que encuentra...

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