El Indec, hoy: la máquina de la mentira

. Pocos caminan por sus pasillos a las 17.30 de un caliente viernes de enero. Todo lo que aún se mueve ya se está despidiendo. "¿Busca algo?", pregunta desde atrás de un gabinete metálico y oxidado la única empleada presente en el tercer piso. "Cuidado, hoy esto es un terreno hostil", alerta gente que trabaja en el organismo de las estadísticas, colonizado en 2007 por el kirchnerismo hasta convertirlo en una poderosa máquina de mentir.

La , detrás de una puerta marrón con ojo de buey, parece una más en el viejo edificio de Diagonal Sur al 600. Pero no. Es el escenario de un crimen. Ocho años atrás, ahí empezó a cometerse una violación institucional que todavía perdura: la adulteración de las estadísticas sobre inflación.

"Kirchner quiere tu cabeza", le dijo una jefa del Indec a , directora de Precios, la mañana del lunes 29 de enero de 2007. Era la secuela de un 2006 repleto de presiones sobre esas dos mujeres.

Temeroso por la inflación, había ordenado al secretario de Comercio Interior, , que apretara a las dos técnicas para obtener la lista de informantes del Indec. El objetivo: obligar a las fuentes del organismo a rebajar sus precios cuando los encuestadores pasaran a relevarlos. Moreno no logró doblegar a los directores del instituto, pero no se rindió. Por el contrario, redobló su apuesta.

"Néstor se pasó todo 2006 haciendo acuerdos de precios. Estaba muy preocupado", contó alguien que fue ministro en esos años. "Creía que la Argentina en materia de precios era como un alcohólico recuperado: si le mostrabas la inflación, se iba todo al demonio."

Embravecida por los elevados precios de la lechuga, el turismo y las prepagas, el último fin de semana de enero de 2007 la mano derecha de Moreno y recién nombrada al frente del Indec, había acordado con varios directores nacionales no difundir el índice de inflación que Bevacqua venía calculando. Para la tercera semana de enero ya sumaba 2,1%, cifra intolerable para el inicio de un año de elecciones presidenciales.

Una semana después todo tomó un tinte más formal. El decreto 100, del 6 de febrero, desplazó a Bevacqua y nombró a Paglieri a cargo de la Dirección de Precios. Un día antes –tras forzar a los encargados del Departamento de Informática a retocar un documento público–, el Gobierno había difundido el primer dato de inflación manipulado: en enero, según el Indec, los precios habían subido 1,1%.

El 29 de enero pasado se cumplieron , que incluyó, desde el primer día, la persecución de trabajadores.

Muchos de los que formaron parte de la historia más sombría del organismo militan ahora en la oposición. , Miguel Peirano, , y , entre otros, reclaman una urgente normalización del Indec. De los tres principales candidatos presidenciales...

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