Incompatibles

Lejos estaba de imaginar Prince Boateng, un futbolista ghanés que llegó a Alemania en 1981 para jugar en el modesto Reinickendorfer, que su contribución al juego sería tan determinante. No porque el joven -que arribó al país cuando la apertura interracial del deporte germano aún no daba síntomas de vida- consiguiera algún logro importante, sino porque en suelo teutón Prince iba a tener dos hijos que, con el tiempo, harían que su apellido estuviese en boca de todos. Con su primera esposa, Christina, tuvo a Kevin-Prince, en 1987. Separado apenas un mes después del nacimiento, se unió a Nina, quien en 1988 le dio a Jerome. Los medio hermanos se criaron en sitios diametralmente opuestos. Kevin, en Wedding, donde según sus palabras "te hacés traficante de drogas o futbolista", y Jerome, en Berlin-Wilmersdorf, donde las cosas son bien distintas y hasta se respira cierto aire aristocrático. Con el tiempo, a Kevin, inquieto y verborrágico, se lo conocería por varios apodos ganados en la calle: "K-P", "El Chico del Gueto", "King Boat" y "The Big Bang". En cambio, Jerome, tímido y tranquilo, se daba vuelta sólo al escuchar su nombre.Con el fútbol en la sangre, los dos chicos de raza negra recalaron en Herta Berlin, donde K-P como volante y Jerome como lateral mostraron rápidamente condiciones que los llevaron a los seleccionados juveniles de Alemania. Pero los comportamientos de ambos comenzaron a distanciarlos. Mientras integraba el sub 21 germano, Kevin fue expulsado por reiterados actos de indisciplina. La gota que rebasó el vaso fue la milésima llegada tardía tras una larga noche de borrachera en Francia. Entonces, aprovechando su otra nacionalidad y avalado por la FIFA, optó por integrar el seleccionado de Ghana. Su juego de fantasía y lo llamativo de sus 13 tatuajes lo catapultaron a una popularidad extrema en el país de su padre. A la vez, juraba no volver jamás a Alemania después de firmar para Tottenham Hotspur, en 2007. Ese mismo año Jerome pasó a Hamburgo, que vio en él a un jugador correcto y voluntarioso. Aunque avanzaba profesionalmente, muchos clubes desistieron de llevar a Kevin, cuya fama de pendenciero y hablador en la cancha molestaba a las dirigencias más conservadoras.La relación entre los hermanos, cordial, aunque no muy fluida, se cortó el 15 de mayo de 2010. En la final por la Copa FA, de Inglaterra, Kevin-Prince, entonces en Portsmouth, rompió los ligamentos del tobillo derecho de Michael Ballack, de Chelsea (ganador por 1-0). Líder del...

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