Incendios en la Patagonia: cómo está la situación en los pueblos afectados

Levantan techos en la Comarca Andina para que la gente no duerma a la intemperie Ya pasaron dos meses desde que los incendios en la Patagonia arrasaron con todo lo que había a su paso. Ardieron unas 15.000 hectáreas y el fuego consumió las viviendas de cientos de familias en las provincias de Chubut y Río Negro. Poco a poco, la Comarca Andina se esfuerza por reconstruirse, pero el problema habitacional y el desempleo dificultan sus planes. "El invierno está llegando, de hecho ya tuvimos las primeras heladas y temperaturas bajo cero, no obstante, aproximadamente 100 personas siguen durmiendo a la intemperie, en carpas, en algún tinglado, abajo de plásticos", relata Mateo Kenan, ingeniero industrial que trabaja en el Arte de Vivir en la zona de El Bolsón. Y explica que el resto de la gente pudo reubicarse en viviendas que dio el municipio o se fueron a vivir a lo de sus familiares. "La gente salió evacuada, escapando del fuego y se quedó con lo puesto, mientras que de las casas solo se mantienen en pie las paredes", cuenta Kenan que es oriundo de San Martín de Los Andes y llegó al lugar de los incendios esa misma noche para relevar cuáles eran las necesidades de los habitantes. "Acá había muchas personas que antes de esta situación traumática, ya estaban en condiciones de vulnerabilidad por lo que se encuentran paralizadas, sin poder avanzar, con depresión y con enojo", agrega respecto al estado anímico de la gente. La Fundación el Arte de Vivir estuvo colaborando desde un primer momento con la Comisión de Auxilio Comarcal (CAX), de El Bolsón, para apagar los incendios. Allí conocieron a Marcelo Fernández, un constructor con el que colaboraron en la edificación de una primera vivienda y que luego los instruyó para que pudieran llevar a cabo este proyecto. Desde entonces, Kenan junto a dos compañeros, Cristian Tobio y Felipe Di Marco, se levantan todos los días a las seis de la mañana, hacen yoga, meditan y a las ocho y media parten para los lugares afectados a poner manos a la obra. A veces van solos y, otras, con voluntarios. "Llevamos 13 techos construidos, esto es primordial porque permite que aunque llueva, nieve o haga frío, la gente pueda seguir edificando las otras partes de la vivienda que llevan mucho más tiempo", detalla. Además, generaron una asociación con la empresa Bio Construcciones para que junto a los vecinos se encarguen de levantar las paredes una vez que el techo esté listo. Los voluntarios de el Arte de Vivir construyendo...