Inadmisible ataque al juez Fayt

Con argumentos falaces y explicaciones pueriles, el ex dirigente radical y actual diputado nacional de Nuevo Encuentro, grupo aliado del kirchnerismo, Carlos Raimundi, ha promovido desde la restauración democrática de hace treinta años, como el doctor Carlos S. Fayt.

La iniciativa nada tiene que ver con las presuntas razones de interés público que invoca el autor de la iniciativa. Entraña una enorme falta de respeto, una actitud signada –a pesar de los disimulos del texto con el cual fue presentada... por la identificación con , de modo que no sea ni independiente ni imparcial, sino por entero sumisa y servil a su voluntad, sus caprichos y sus intereses subalternos.

Lejos de haber convencido con sus palabras de que se halla distante de pretender un castigo al juez ejemplar, y lejos de que se pueda tomar como dicha con seriedad la afirmación, por otro lado irrefutable, de que el doctor Fayt ha demostrado compromiso y "entrega a la función pública, incluso más allá de lo exigible", el diputado Raimundi se ha enredado en un acto de cinismo inaudito. Dice que su presentación a la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados no constituye un pedido de juicio político, pero sí el de que se abra una investigación para establecer si el doctor Fayt cuenta, a los 96 años, con las condiciones psicofísicas que lo habiliten para las funciones que ejerce. ¿Qué decir, entonces, de Segundo Linares Quintana, maestro del derecho constitucional argentino y amigo dilecto del juez Fayt, quien continuaba su obra jurídica monumental hasta el momento de fallecer, en 2013, a los 103 años?

Mario Roberto Álvarez, uno de los grandes arquitectos argentinos, desaparecido tres años atrás, habría estallado, con feroz ironía, en hilaridad. Con casi 99 años, proseguía su admirable obra creativa. No menos lo hacía en términos de encumbrado relieve el ensayista español Francisco Ayala, fallecido a los 103, u Oscar Niemeyer, el constructor de Brasilia, activo en su estudio cuando estaba próximo a cumplir 105 años. ¿Qué decir de Manoel de Oliveira, el notable cineasta portugués, que hace dos años recibió en el Festival de Venecia el León de Oro por su trayectoria artística y aún concurre a diario a sus oficinas, después de haber cumplido 106 años?

¿En qué mundo vive el diputado Raimundi, miembro de una corriente tan abierta al reconocimiento de las minorías, pero que plantea cuestiones por ancianidad cuando los índices de promedio de vida, y de salud vital, crecen con...

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