Más improvisaciones con la edad de imputabilidad

En el marco de la campaña electoral, el candidato oficialista http://www.lanacion.com.ar/1617173-francisco-de-narvaez-le-recordo-a-martin-insaurralde-su-proyecto-de-baja-de-edad-de-imputabial proponer una disminución en la edad de imputabilidad de los menores que delinquen, de los 16 años que rigen hoy, a los 14 años.La iniciativa no es nueva, como tampoco es nueva la discusión que suele acompañarla. Sin embargo, es preciso http://www.lanacion.com.ar/1621663-gabriel-mariotto-no-es-conveniente-analizar-la-baja-de-la-edad-la-imputabilidad-en-campanaha sido intentar paliar, por lo menos desde el plano meramente verbal y simbólico, uno de los mayores déficits del Gobierno, como es el de la seguridad ante el inclemente avance de la delincuencia. Las encuestas han identificado a ese grave problema y al de la inflación como algunas de las principales razones para el sonado fracaso del oficialismo en las elecciones primarias abiertas del pasado 11 de agosto.No es casual que el Gobierno haya procurado ignorar ambos problemas hasta que sufrió la derrota electoral. Tampoco es casual que, poco después de que se comenzaran a manipular los datos de la inflación del Indec, la Policía Federal, en 2009, haya dejado de informar las estadísticas sobre delitos, las que, si bien no eran plenamente confiables, permitían observar la evolución de los crímenes.Ocultar la verdad en esos dos terrenos adversos fue la política oficial, pero la verdad que en vano se quiso disfrazar fue creciendo: aumentó la ola delictiva, tanto en la cantidad como en la violencia de los hechos, y la inflación siguió y sigue su marcha imparable. Por lo tanto, el proyecto de Insaurralde no obedecería en verdad a un plan integral de lucha contra el delito que incluye como uno de sus capítulos el problema de los menores, sino a un manotón para intentar acortar la brecha que, según las encuestas, lo separa cada vez con mayor holgura de sus rivales para las elecciones del mes próximo.Hemos reiterado en esta columna que al Gobierno no le interesa luchar contra el crimen, pues no encara políticas de Estado para llevar adelante ese combate en forma coordinada con las provincias. Prefiere los parches y la improvisación, como lo demuestra el envío de tropas del Ejército a la frontera norte para suplir a los efectivos de la Gendarmería a los que se retiró de esa frontera para que ayuden a la policía a combatir a los delincuentes en el conurbano.A esa indiferencia del Gobierno que ha resultado mortal para tantos...

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