Ilusora, entre las pistas y el haras

Tarde pero seguro. La ocasión para que Ilusora demostrara lo buena yegua que es demoró en llegar, pero llegó, y fue ayer, en el clásico Inés Victorica Roca (G 3-1600 m), en la arena de Palermo. La defensora de Rubio B. se adueñó del desarrollo desde el comienzo, ante el titubeo general, y no la pudieron alcanzar.La hija de Tale of the Cat fue elegida por Ricardo Benedicto (propietario) y Enrique Sauro (veterinario y Manager) en los Estados Unidos, donde nació, y estaba a punto de entrar en la etapa para la cual fue importada: convertirse en madre, en el haras La Pasión. Pero Benedicto quería algo más que ese invicto de tres carreras condicionales para la campaña de la yegua. Y a despecho de los problemas que la encerraron en esa corta trayectoria a los 6 años, jugó la carta que le quedaba.La jugada salió mejor de lo pensado. Jorge Ricardo puso a Ilusora en la punta. La siguió Elisha, con Pablo Falero. Los dos jinetes parecen una garantía de que un desarrollo está bien encarrilado, por más que los parciales dijeran que todo era vertiginoso.Ricardo sonrió cuando escuchó la referencia a los tiempos. Más aún que en la premiación, donde bromeó con que la alegría de Corinthians era igual a la de los hinchas de River. Para él, el ritmo que sugirió el reloj de Palermo no era creíble.Lo cierto es que el brasileño entró en la recta final con un par de cuerpos de ventaja y nunca dio la sensación de que la pondrían en peligro. Las atropelladas nunca aparecieron. Elisha siguió, pareja, y Forty Rose, que también había estado en el fuego, arrancó de nuevo y quedó segunda, a cinco cuerpos, el pescuezo delante de la de Vacación.Si no hay un entuasiasmo renovado a su alrededor, Ilusora está a punto de ser embarcada rumbo a la cabaña. La portentosa nieta de Seattle Slew tiene un...