Ideología versus política de Estado

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció en un nuevo informe "la grave escalada de la represión" en Nicaragua en forma de detención de precandidatos a cargos públicos, defensoras de Derechos Humanos y periodistas independientes.

Yo tenía 17 años, edad suficiente para generar mi propio análisis de lo que pasaba: tenía miedo . Recuerdo haber seguido el juicio a las Juntas por la TV, los diarios y estaba asombrado por la voluntad y valentía de los jueces y del fiscal Julio César Strassera. La dictadura militar argentina que gobernó entre 1976 y 1983 comenzaba su ocaso. Pero yo podía olfatear el miedo que existía en la sociedad: los militares iban a resistir. La conformación de la Comisión Nacional Sobre la Desaparición de Personas (Conadep) con personalidades de la talla de Magdalena Ruiz Guiñazú, Graciela Fernández Meijide, Ernesto Sábato y René Favaloro entre otros, terminó generando un informe único en la historia de los derechos humanos y se tomó como prueba fundamental en el juicio contra las Juntas. El reporte se publicó con el nombre de Nunca Más.

El presidente Alfonsín había tomado una decisión que lo trascendería: era la primera vez en la historia mundial que un grupo de dictadores debieron comparecer ante tribunales de su propio pueblo que los juzgó por sus crímenes con sus propias leyes y jueces. Eso no había pasado ni en Núremberg, donde los vencedores se hicieron cargo del juzgamiento. Pero había miedo. Tal era la tensión que los videos con las grabaciones del juicio salieron para Noruega en un operativo secreto en 1988 (posterior a la sentencia) y fueron guardados en una habitación a prueba de incendios y bombas atómicas. Los jueces temían la desaparición de las pruebas.

Así y todo, se llegó a la sentencia. 9 de diciembre de 1985. Culpables. Un hito en la historia de los derechos humanos a nivel internacional. Luego la historia es conocida: indultos con Menem, fin de los indultos con Kirchner. Y es con este último gobierno que se hace una apropiación de los derechos humanos intentando generar una épica inexistente: ellos eran los dueños del tema, los únicos defensores. Lamentablemente fue una defensa facciosa y una épica vacía teniendo en cuenta lo que sucede hoy en el país.

El Gobierno no fue capaz de denunciar los delitos contra derechos humanos en Venezuela y Nicaragua. Su ideología tiró por la borda una política de Estado, de las pocas que sobrevivieron con los años, donde el país fue un defensor cabal...

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