Se hunde y ve cada vez más lejos la orilla de la salvación

Más allá de que su política es de alineamiento y no confrontación con Julio Grondona, Javier Cantero pensaba, a mediados de 2012, que no era necesario rechazar o votar en contra de la modificación reglamentaria que eliminó la Promoción y aumentó de dos a tres los descensos, como lo determinó el presidente de la AFA. Por entonces, antes del comienzo de la temporada 2012/13, Independiente estaba penúltimo en los promedios, sólo por encima de Newell’s, con River y Quilmes empezando de cero por su condición de recién ascendidos. La situación ya era apremiante, pero la máxima autoridad de Independiente consideraba que había un largo camino por delante para modificarla. En 38 fechas podía haber una transformación. Quizá de la manera que lo hizo Newell’s, que ya está 9° en la tabla de los promedios tras ser animador en los últimos dos torneos, además atender la Copa Libertadores.Pero ya corrió mucha agua bajo el puente e Independiente sigue instalado en esa tercera plaza adicional que lleva directamente a la B Nacional. En este torneo Final, sólo durante dos fechas puso los pies en zona de permanencia en primera: en la 3a, tras ganarle el clásico a Racing, en lo que fue su última victoria y única gran alegría en este semestre, y en la 4a, beneficiado por los resultados del resto, ya que el equipo de Américo Gallego fue derrotado por Arsenal, en Sarandí.Lo que empezó siendo preocupante ya adquiere ribetes de angustia para los Rojos. Lo numérico es cada vez más grave: aun ganando los dos próximos partidos, Independiente seguirá en descenso si Quilmes rescata al menos un punto. Y si se hace un cálculo para lo que queda del certamen, a Independiente no le alcanzará el 100 por ciento de los puntos (27) en disputa si el conjunto de Omar De Felippe conquista menos del 50 por ciento (13).Independiente es un encadenamiento de incapacidades y adversidades. Al margen de lo estadístico, futbolísticamente se muestra como el más pobre de todos los equipos comprometidos. No funcionó la terapia de choque del cambio de director técnico ni la apuesta de Miguel Brindisi por profundizar la veteranía que ya era uno de los rasgos del equipo.Cuando el Tolo Gallego todavía se veía en condiciones de sacar al equipo a flote, catologó el encuentro contra Quilmes, por la 6a jornada, como "la final del mundo". Ese cotejo, que finalizó en un pálido 0-0, también marcaba el comienzo de un petit torneo contra rivales de similares padecimientos (con la excepción de Boca), ante los que salió mal...

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