Más humildad, el pedido de Francisco en el Domingo de Ramos

ROMA.- Llamó a pensar en sus hermanos y hermanas perseguidos sólo por ser cristianos, "los mártires de hoy, que son muchos"; recordó que la humildad debe ser el camino de los cristianos; y rezó por las víctimas de la tragedia aérea en los Alpes franceses del martes pasado, que conmovió a Europa y al mundo.

Al abrir ayer por tercera vez como papa la Semana Santa, Francisco no se olvidó de los dramas del mundo terrenal. Durante la solemne celebración litúrgica del Domingo de Ramos y de la Pasión del Señor, evocó a los cristianos perseguidos, y aludió, sin mencionarlo, al horror que muchos de ellos están viviendo con el avance del fundamentalismo extremista en países como Irak, Siria, Libia, Paquistán, Nigeria.

"Pensemos en la humillación de los que, por mantenerse fieles al Evangelio, son discriminados y sufren las consecuencias en su propia carne. Y pensemos en nuestros hermanos y hermanas perseguidos por ser cristianos, los mártires de hoy, que son muchos", dijo el Papa.

"No reniegan de Jesús y soportan con dignidad insultos y ultrajes. Lo siguen por su camino. Podemos hablar, verdaderamente, de una nube de testigos: los mártires de hoy", agregó, en un sermón que giró en torno de la humillación y la humildad de Jesús, el camino que los cristianos deben seguir.

En una jornada de sol primaveral, como es tradición la ceremonia comenzó con una procesión de palmas y ramas de olivo hasta el centro de la Plaza, en medio de coros solemnes. Allí, donde se levanta un obelisco, Francisco bendijo las palmas y los olivos, que evocan la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Al término de la procesión, a la que participaron cardenales y obispos vestidos con paramentos rojos y centenares de jóvenes (se celebraba la XXX Jornada de la Juventud diocesana), desde el sagrato celebró misa. En ésta, recordó que si bien la celebración del Domingo de Ramos se presenta "festiva", en su centro está la humillación de Jesús.

"Esta palabra nos devela el estilo de Dios y, en consecuencia, aquel que debe ser el del cristiano: la humildad. Un estilo que nunca dejará de sorprendernos y ponernos en crisis: nunca nos acostumbraremos a un Dios humilde", dijo, ante unos 70.000 fieles de diversos países, entre ellos varios argentinos con banderas. "Humillarse es ante todo el estilo de Dios: Dios se...

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