Historias del interior: la búsqueda por la recuperación y las polémicas

La apertura de una nueva fase de la cuarentena en el interior del país no solo se tradujo en nuevos listados de servicios y oficios habilitados o protocolos sanitarios que cumplir, sino también en postales urbanas que recuperaron su color e historias de vida que dieron un vuelco.Tampoco faltaron las polémicas, como la que se dio en el Chaco luego de que el gobernador Jorge Capitanich anunciara que comenzaban a habilitarse las actividades religiosas. "Se podrán realizar misas, reuniones y congregaciones siguiendo los parámetros de bioseguridad, con un cupo máximo de fieles que no supere el 33% de la capacidad de los lugares, en horarios vespertinos", anunció el mandatario.Lo que siguió fue una ola de descontento social: sucede que el grueso de la población de Chaco permanece aislada, que la tasa de contagio y letalidad por es alta y que hay quienes afirman que los primeros contagios ocurrieron justamente en encuentros religiosos.Ante la polémica, ayer por la mañana Capitanich encabezó una reunión con representantes de la mesa interreligiosa y acordaron trabajar en las próximas 72 horas en convenios bilaterales que contemplen las particularidades de cada sector. Pero el objetivo de abrir las iglesias se mantiene.En la vecina Corrientes el eje de discusión se dio en dos frentes. Por un lado, el permiso que los adultos mayores pueden tramitar desde anoche para hacer salidas recreativas y deportivas, luego de una prueba positiva por turnos autorizada por el gobernador Gustavo Valdés. Por el otro, la municipalidad de Ituzaingó se convirtió en la primera del país en habilitar el funcionamiento de gimnasios, aunque sin entrenamientos grupales.En Santiago del Estero, el gobernador Gerardo Zamora habilitó, entre otras actividades, al "servicio doméstico", un rubro que venía muy castigado por la cuarentena, ya que es muy bajo el nivel de personal blanqueado y la mayoría cobra el trabajo hecho en el día.Eso significó el regreso al trabajo de Doña Lucía, como la conocen en su popular barrio de Huaico Hondo. "La hemos pasado mal en casa. Nos hemos rebuscado haciendo empanadas, masitas, vendiendo en el barrio y en muchos casos fiando las compras y nosotros fiando a los vecinos", le dijo a este diario. Lucía trabaja en cuatro casas, pero volvió a dos. "En dos casas también están con problemas y me prometieron que me llaman cuando esto se solucione", explicó.En el norte de Rosario, Ariel López retomó ayer la obra que había dejado por la mitad: una...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR