Hijos, las principales víctimas del divorcio

Como es sabido, con anterioridad a la vigencia de la ley de divorcio en nuestro país, muchas parejas separadas de hecho recurrían a tribunales en el extranjero para formalizar nuevos casamientos, nulos para entonces según nuestra legislación. Con la sanción de la ley, en 1987, en un primer momento se dio una avalancha de trámites para "blanquear" aquellas situaciones, concretando muchos así el divorcio vincular que los habilitaba a contraer nuevo matrimonio. Las estadísticas bajaron considerablemente luego para volver a aumentar en la última década.Hoy existen tres caminos para divorciarse: con causal automática luego de más de tres años de separación de hecho, por presentación conjunta de ambos cónyuges de común acuerdo y en forma contenciosa, esto es, discutiendo judicialmente a quién se atribuye la culpa por el divorcio. Actualmente, las parejas sólo recurren a un trámite contencioso cuando discuten la necesidad de una cuota alimentaria o cuando se disputan la tenencia de los hijos.La reforma del Código Civil en estudio elimina la noción de culpa en los casos contenciosos y, con ella, el derecho alimentario que asiste a la parte inocente. Como consecuencia, quedaría abierta la puerta a situaciones de flagrante injusticia, sobre todo, en casos de mujeres que dejaron sus carreras o sus trabajos para dedicarse por entero a la crianza de los hijos y que pueden encontrarse, por edad, frente a la dificultad de lograr una reinserción laboral que les permita autosustentarse cuando el culpable es la contraparte.Se ha escrito abundantemente sobre los grandes perjudicados por cualquier crisis matrimonial (días pasados, este diario se ocupó del tema). Algunas veces, el divorcio llega como un alivio para los hijos, principales afectados por situaciones de violencia cotidiana que difícilmente pueden procesar en una edad crucial para su formación. Los hijos pasan a sufrir la división de sus afectos y enfrentan de golpe...