La heroína de toga y guantes de encaje que hizo del mundo un lugar más justo

A Ruth Bader Ginsburg nadie podría haberle dicho que el mérito no existe. Al final de sus días, cuando ya se había convertido en un ícono de la cultura popular norteamericana y el retrato de su rostro adornaba tazas, remeras y posters, solía lamentar que su madre -una inmigrante judía que formó un modesto hogar en Brooklyn y siempre impulsó a su hija a continuar sus estudios- no hubiera vivido en un tiempo en que las mujeres podían aspirar a un sueño y alcanzarlo. "Siempre recé para ser todo aquello que ella no pudo", decía. Y efectivamente lo logró sin contar para ello con otra cosa que sus méritos.Cuando se conoció su muerte, a los 87 años, la semana pasada, las escalinatas del imponente edificio neoclásico de la Corte Suprema, en Washington, se colmaron en minutos de flores y de velas, dejadas por miles de mujeres y hombres de a pie agradecidos por las batallas legales que libró, muy a menudo en minoría, para convertir a su país en un lugar más justo e igualitario ante la ley.Graduada en los años cincuenta en dos universidades -Cornell y Harvard-, forjó una impresionante carrera que sembró de hitos desde temprano. Como fundadora de la rama femenina de la Unión Americana por las Libertades Civiles, lideró exitosamente casos fundamentales ante el máximo tribunal, como el llamado Reed vs. Reed, que en 1971 llevó a que se dictaminara por primera vez que tratar a una mujer diferente de un hombre violaba la Constitución. Bill Clinton, en los 90, la nominó para la Corte Suprema, donde solo una mujer se había sentado antes.Lejos de los extremismos, adoptó una postura centrista, pero cuando el tribunal se tornó más conservador buscó el equilibrio asumiendo una posición fuertemente liberal. "I dissent" (disiento) se convirtió en su frase icónica. "Los disensos le hablan al futuro -explicaba-. No se trata de decir que mis colegas están equivocados. Los mayores disensos se convierten en opiniones de la Corte y, con el tiempo, su visión se convierte en la visión dominante".Cuando la Corte anuló la política de solo hombres para las fuerzas...

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