Haití, tierra de belleza empecinada

Merece la pena buscarlo en YouTube. En octubre del año pasado, en la Maison de la Poésie de París, se encontraron el rapero y escritor franco-ruandés Gaël Faye (que visitó nuestro país en abril, durante la Feria del Libro) y la cantante Mélissa Laveaux, canadiense de origen haitiano. Ambos rendían homenaje a René Depestre, uno de los poetas más respetados de Haití, forzado al exilio durante la dictadura de Duvalier.Era octubre de 2018 y hacía al menos tres meses que el anuncio de un aumento en el precio de la nafta había desatado la oleada de protestas que aún hoy continúa en Haití, un país devastado por la corrupción, la rapiña ambiental, la violencia. Por aquellos días, mientras muchos gritaban nou pap dómi (no dormimos) en las calles de Puerto Príncipe, del otro lado del océano Laveaux y Faye convocaban el hechizo poético de Depestre. Y el encanto ocurría. Quizá por la calidez de la guitarra de Mélissa, tal vez por la intensidad del recitado de Gaël: por unos minutos, la belleza otorgaba algo así como un cobijo.A la haitiana Yanick Lahens le hubiera gustado ese recital. Premio Fémina 2014, Lahens es escritora, fue parte de una asociación de profesores francófonos en los Estados Unidos, dirigió el proyecto La ruta del esclavo, y actualmente es profesora del Collège de France. Más allá de eventuales viajes y trabajos en el exterior, eligió y sigue eligiendo vivir en su país natal. Un territorio que -así lo cuenta en sus novelas- arrastra siglos de sucesivas e interminables tragedias. Pero también -algo que destella en la voz de Depestre recuperada por Mélissa Laveaux y Gaël Faye-, se ha convertido en una usina de vidas empecinadas, enamoradas de la palabra, sus gestos y su música.No casualmente la figura principal de Douces déroutes, la última novela de Lahens, es una cantante. Suerte de presencia que imanta a los otros personajes, Brune -tal es su nombre- impulsa y reúne los diversos hilos de una historia más bien coral; hace vibrar la existencia a través de su voz, se erige en involuntaria médium de algo parecido a la eternidad. Por...