Cuando hacer lo obvio es imposible

¿Por qué las sociedades y sus gobiernos toleran pasivamente las malas ideas? ¿Por qué hay tantas políticas públicas obviamente fracasadas que resultan imposibles de erradicar? La lista de países cuyos gobiernos no pueden o no se atreven a enfrentar sus tabúes es larga, longeva y variada. Un buen ejemplo de esto es la política con respecto al tráfico y consumo de drogas. El 18 de junio de 1971 el presidente Richard Nixon declaró la guerra a las drogas. Son "el enemigo público número uno" dijo. Según la Alianza Contra La Política Antidroga, una organización no gubernamental que se opone a las políticas prevalentes en este campo, Estados Unidos gasta 51.000 millones de dólares al año en la guerra contra el tráfico y consumo de drogas. En 2015 la Comisión Global sobre Política de Drogas, formada por un respetado grupo de ex jefes de Estado, estudió a fondo el tema y concluyó: "La guerra global contra las drogas ha fracasado y tiene devastadoras consecuencias para individuos y sociedades alrededor del mundo".

Es obvio que enfrentar este grave problema principalmente a través de la interdicción, la erradicación y el encarcelamiento no funciona. Si bien ha habido cambios y la legalización de la marihuana ya es una realidad en muchos sitios, la guerra contra las drogas tal como la formuló Nixon hace más de medio siglo sigue siendo la norma. La defensa automática del régimen actual cierra la posibilidad de explorar otras alternativas. Sabemos que no habrá ninguna perfecta, pero muchas serían más deseables que la que ahora prevalece.

El subsidio a los combustibles es otro ejemplo donde hacer lo obvio es imposible . Al mismo tiempo que el mundo se embarca en un esfuerzo sin precedentes para "descarbonizarse" reduciendo el consumo de petróleo, gas y carbón, los gobiernos dedican cifras inimaginables de dinero para reducir el precio de la gasolina y la electricidad. Según el Fondo Monetario Internacional, más del 6% del total de la economía mundial se dedica anualmente subsidiar el consumo de los combustibles fósiles. Se estima que esta cifra superará el 7% en 2025. Así, con un pie los gobiernos pisan el acelerador del consumo de combustibles fósiles y con el otro intentan frenarlo. O veamos el embargo económico de EEUU a Cuba, en pie desde 1962. El propósito original del embargo de EEUU fue, y sigue siendo, el cambio de régimen en Cuba. La idea era que el embargo debilitaría la...

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