Hacer historia: una cordobesa, cara del fallo a favor de las bodas gay en EE.UU.

NUEVA YORK.- La madre de Valeria Tanco lloró el día que su hija le dijo que era lesbiana. "Pobre vieja, se lloró todo -recuerda Valeria-. Me dijo: «Mirá, lloro no porque esté enojada o no te quiera, sino porque la vida que vas a tener va a ser más difícil»."

Tanco tenía 23 años y pronto dejaría la Argentina para estudiar en Canadá. No lo imaginaba por ese entonces, pero muchos años después, en Knoxville, Tennessee, encarnaría una lucha -y un triunfo- contra ese preciso pronóstico de su madre.

El de Valeria Tanco fue uno de los cuatro casos demandantes en la causa que derivó en el reconocimiento del matrimonio gay a la Corte Suprema de Estados Unidos. El 26 de junio pasado, en un fallo dividido, el tribunal dictaminó que los casamientos entre personas del mismo sexo están protegidos por la Constitución. Así, su apellido quedó atado en la historia de Estados Unidos a una decisión, esperada por décadas, que mejoró la vida de decenas de miles de personas.

"Nunca lo pensé. Yo vine acá a educarme, a trabajar", dice Tanco en una entrevista con LA NACION, antes de ir a buscar a su hija, Emilia, a la guardería. "Y bueno, una cosa lleva a la otra. Yo cuando me fui de la Argentina siempre dije que iba a volver, y al final la vida pasa y nunca volví."

Tanco atiende el teléfono en un inglés impecable, pero apenas dice dos palabras en castellano deja escapar su acento cordobés, envuelto en una tonada inconfundible para un argentino. En Córdoba nació, creció y estudió, y allí vive su familia: sus padres, Alejandro y María José, y sus dos hermanos y dos hermanas menores. "Unos maestros -dice-. Me bancaron a muerte."

Después de terminar sus estudios en veterinaria, en la Universidad Católica de Córdoba, Tanco viajó al medio de Canadá, a Saskatoon, donde completó un máster. En 2008 se mudó a Estados Unidos para hacer su residencia en Cornell, una de las mejores universidades del país. Allí conoció a su hoy esposa, Sophy Jesty.

"Ella estaba haciendo un posdoctorado. La conocí en el hospital. Un día me la encontré y, en realidad, yo la perseguí", confiesa, entre risas.

En 2010 Jesty se mudó a Nueva York y Tanco regresó a Canadá para comenzar su doctorado. Pero estaban decididas a que la relación funcionara y, en una visita de Jesty a Calgary, Tanco le pidió que se casara con ella. Jesty dijo que sí.

Un tiempo después, Jesty recibió una oferta de trabajo de la Universidad de Tennessee. Aceptó, bajo condición de que le ofrecieran un trabajo a Tanco. La...

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