Hacen lo que quieren y... lo que les dejan

La barra de Independiente dio otra muestra de poder: consiguió que nuevamente se le abriera el estadio Libertadores de América. Esta vez fue para que pasara por dentro el cortejo de José Fabián Fernández, alias Gallego Popey, ex barrabrava en la década de los 80 y 90, y empleado del club, asesinado el miércoles pasado, en un confuso episodio con un sector de la hinchada de Lanús, en Gerli. En las imágenes se vio que uno de los que llevaban el féretro era Pablo "Bebote" Álvarez, actual mandamás en la tribuna de los Rojos. Antes de la Navidad, la misma hinchada había organizado una comida y jugado un picado en el mismo lugar, situación que después se repitió en varios clubes de primera o del ascenso.

La mayoría de los dirigentes de Independiente no se pronunciaron de manera oficial, salvo Noray Nakis, aunque no dio demasiados detalles ni explicaciones. "Fabián Fernández trabajaba para Independiente. Hacía los fletes de la reserva del club", dijo, en Radio La Red. El vicepresidente también se refirió al controvertido almuerzo. "Las peñas tenían autorización para hacer el asado. Los barras, no. No sé cómo entraron".

Otros deslizaron algunos comentarios por lo bajo. La mayoría supone que cada aparición pública de Bebote Álvarez es un desafío para la conducción de Hugo Moyano. Al líder sindical, por ejemplo, le molestó la presencia de Álvarez en la fiesta de fin de año, en la Rural, donde incluso Álvarez ganó una subasta por una camiseta de Sergio Agüero y por dos réplicas de copas Libertadores.

Lo cierto es que por Avellaneda intuyen que, de un momento a otro, tendrán que fijar una posición porque el tema puede irse de las manos durante el próximo campeonato [ver aparte]. Eso sí: como ocurrió con el asado de la barra brava, todos descartan que Moyano no supiera que el estadio Libertadores de América iba a ser abierto para la despedida de Gallego Popey. Sobre el caso, la causa judicial sigue adelante con cuatro detenidos: Gabriel Omar Soto, sus hijos Matías y Juan Manuel, y Gabriel Alejandro Farías, todos integrantes de uno de los grupos de Lanús. Aún no está del todo claro si el homicidio se trató por una cuestión de barrabravas o de una discusión por algunos negocios en el barrio.

Los velatorios en los estadios se volvieron un rito de los barrabravas. Algo parecido se había visto también en Independiente, en 2003, cuando el cortejo del "Gordo Raúl" pasó por las instalaciones. Eran tiempos en los que el mencionado hincha y El Peruano tenían el...

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