Guido Lorenzo: 'Si se ajustan el tipo de cambio y las tarifas, el piso de inflación es de 55% o 60%'

Guido Lorenzo: "La confianza no se puede pedir prestada y mucho menos se puede importar. No existe la idea de un shock de confianza con el cual aparece todo bien de un día para el otro; lleva tiempo"

Es licenciado y magíster en Economía por la Universidad de Buenos Aires (UBA); completó una maestría en Finanzas en la Ucema y es profesor en ambas casas de estudio; trabaja como investigador académico en el IIEP-UBA, dentro del equipo Arklems, que lidera Ariel Coremberg; es director de la consultora LCG

"Lo del FMI es una oportunidad que da impulso a comprometerte con algo", afirma Guido Lorenzo, director de la consultora LCG. Según el economista, más allá del principio de entendimiento que se anunció, el Gobierno debe mostrar un compromiso para cumplir con sus metas e intentar construir la confianza que no generó en estos dos años. Al mismo tiempo, sostiene que los objetivos vinculados con la cuestión fiscal y las reservas son más fáciles de alcanzar que la pauta monetaria. Y advierte: "No hay un plan antiinflacionario. Para este año el piso es de entre 55% y 60%".

-En 2021 hubo precios internacionales favorables e ingresaron DEG del FMI. ¿Qué escenario espera para 2022?

-El contexto externo es un aspecto que se está subestimando . En 2021 en particular hubo buenos datos de comercio externo, tanto por una recuperación fuerte de los volúmenes como por los precios. Lo que vemos para 2022 es que el clima no está jugando a favor y el comercio mundial crece de forma mucho menos acelerada. Y la región no es la más dinámica. Hay elecciones en Brasil y en los Estados Unidos , que siempre son episodios de incertidumbre. Lo climático no se está revirtiendo: al principio hubo sequía y ahora, en algunos lugares, hay inundaciones, y eso no sirve. Tampoco acompañan los precios al alza de la energía. Todo eso en un mundo que tracciona menos. Y se puede subestimar el efecto. Estimamos que por todos esos efectos adversos se puede perder divisas en el comercio externo por el equivalente a un mes de importaciones. Y no es algo menor en un contexto en el cual se proyecta que la actividad crece y que se requieren más importaciones. La economía doméstica necesita importar. Por más que se traccione el consumo interno vía obra pública o lo que fuere, hay que apuntar a las exportaciones, porque sino no alcanza para sostener la demanda de importaciones.

-¿Qué nivel de crecimiento podría haber este año?

- Esperamos un arrastre estadístico de 3 puntos. Vamos a estar con un crecimiento de entre 3% y 4%. Está la idea de que se estará en los niveles prepandemia, pero lo cierto es que se llega de una forma distinta. No es algo tan...

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