Guerrieri, un triunfo que se debía y que le suma prestigio al STC 2000

SAN LUIS.- Son de esos triunfos que caen muy bien. Que son bienvenidos por toda una categoría, más allá de las lógicas rivalidades entre pilotos y marcas. Son de esas victorias que se esperan por la envergadura del nombre, que no sólo se merece éxitos por su talento y su pasado, sino también porque agrega valor a una actividad que da lugar a quienes con sumo esfuerzo, sacrificio y tenacidad encomiables pusieron al automovilismo argentino en lugares preponderantes dentro del concierto internacional.

Esteban Guerrieri prestigia al automovilismo nacional. Por su capacidad, por un talento que nadie descubrirá a sus 30 años. Por un pasado que a quienes no conocen este deporte pueden sorprender por su precoz campeonato de Fórmula Renault, en el año 2000, a los 15 años, después de descollar en el ámbito del karting. Por su talento desplegado en el exterior, sobre las pistas europeas, luchando contra el lamentable común denominador nacional, que es la falta de apoyo económico y logístico. Su persistente intención de representar al país en el exterior y saltar a la Indy Lights, donde fue subcampeón y se dio el enorme gusto de ganar en el emblemático óvalo de Indianápolis en una competencia memorable.

Pero Guerrieri volvió. El Toyota Team Argentina, siempre con el ojo mesurado de Darío Ramonda, reclutó al gran talento para que sumara condiciones y experiencia a una estructura que se relamía de éxitos de la mano de Matías Rossi. El equipo de la marca japonesa a lo conocía a Esteban. Con esa estructura ganó su primera competencia con autos con techo en la Argentina al vencer en los clásicos 200 Kilómetros, cuando en 2011 se disputaron en La Plata y fue invitado de Mariano Werner.

Guerrieri se debía un triunfo personal, el primero como piloto titular dentro del Súper TC2000. Y llegó en el momento menos pensado. En un fin de semana que no había comenzado de la mejor forma, pero con fineza y ajustes técnicos, Guerrieri llegó adelante. Ganó la serie más veloz en un domingo que les resultó esquivo a los dos grandes candidatos: Damián Fineschi (no arrancó el Peugeot) y Leonel Pernía (pinchó un neumático de su Renault).

Sin fisuras, largó primero y defendió su puesto de vanguardia. Manejó los tiempos y las distancias, fundamentalmente sobre el final de la competencia puntana, cuando el patagónico Manu Urcera amenazó con su Fiat. De todas formas el rionegrino alcanzó su mejor rendimiento dentro de la categoría. El podio lo completó...

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