La guerra de las patentes, otra grieta que Alberto Fernández tendrá que cerrar

Hace menos de un mes, el 28 de agosto, un grupo de empresarios argentinos seguía el anuncio del entonces recién asumido ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, como si fuera un partido de fútbol. Miraban las pantallas de sus celulares de reojo, se levantaban de sus sillas para salir unos minutos del salón en el que estaban reunidos, en la Bolsa de Comercio, y cuchichear en los pasillos o para preguntar las novedades a los que recién entraban de la calle.El inesperado "reperfilamiento" o reprogramación de parte de los pagos de la deuda pública había sorprendido a dueños y altos ejecutivos de los principales laboratorios nacionales en medio de un seminario sobre patentes y propiedad intelectual. Un tema de fondo que, a esa altura de la tarde, con el riesgo país en 2100 puntos, ya había quedado como un debate demasiado sofisticado para un país que se mueve al compás de la cotización del dólar y una fragilidad institucional que convierte en un tembladeral todas las eventuales transiciones de gobierno.Pero que no fuera urgente no significa que no fuera importante para definir el futuro de cuestiones sensibles para el común de la gente, como, por ejemplo, la accesibilidad y el precio de los medicamentos, y de otras estructurales, como la innovación y el desarrollo tecnológico del país.Con el resultado de las PASO todavía fresco, los representantes de los laboratorios locales no podían ocultar su alegría por lo que las primarias parecían anticipar: el final de un gobierno, el de Mauricio Macri, con el que tuvieron una pésima relación y la posible llegada de otro, el de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, al que intuyen mucho más amigable con la industria nacional y, por lo tanto, con una visión más afín a sus intereses. Sin ir más lejos, en la temática que los había convocado aquella tarde de miércoles.El señorial edificio de 25 de Mayo y Sarmiento había sido el inusual escenario de un seminario organizado por la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa) en el que distintos especialistas habían coincidido en el rechazo a una eventual adhesión del país al Tratado de Cooperación en Materia de Patentes (PCT).Proyecto dormidoEl proyecto de ley que permitiría dar ese paso duerme desde hace décadas en el Congreso con una sanción favorable del Senado y actualmente está varado en la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, que preside la oficialista Cornelia Schmidt...

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