Un niño (guaraní) ha muerto -Entre la técnica y el rezo-

AutorEnrique Acuña

El síntoma* analítico es una “ficción útil” para acceder a la verdad, una creencia necesaria, siempre que el sin-sentido del síntoma se enchufe a la corriente de sentido del inconsciente. De este modo funciona el aparato del lenguaje con palabras llaves que abren circuitos de significación entre la insistencia significante y la ex-sistencia del sujeto.

Mientras que el síntoma social habría que escribirlo con h (sínthoma) pues no descansa en este circuito cuasi electrónico ya que “las estructuras bajan a la calle”, (alusión de Lacan al mayo de 1968). El sínthoma no llama tanto a la interpretación como a un cierto funcionamiento, de modo similar al que en la masa el grito oculta al responsable del mensaje: hay “nada para nadie”, en lugar del mensaje como “algo para alguien”. Este velo permite la falacia del colectivo en la “identidad” de una comunidad.

Lacan retorna a Freud con Levi-Strauss

Nuestro punto de partida será la concepción de síntoma social como modo de entender lo que Lacan aprendió de la estructuras sociales y la eficacia de lo simbólico en el nuevo culturalismo de los “primitivos vivientes” del lenguaje de los símbolos que Claude Levi-Strauss clasifica en los tupí-guaraníes de la Amazonia. (Mitológicas 1. Lo crudo y lo cocido)

Al principio de los años 50` el retorno a Freud promovido por Lacan tiene dos vertientes estructuralistas de la que se nutre: la antropología de Lévi- Strauss y la lingüística de Roman Jakobson. Apagando la llama de lo imaginario con la pastoral de lo simbólico, describe una ley de cadena en términos de batería y su combinatoria.

Esto es una clínica del retorno a la palabra por sobre las conductas, al verificar la supremacía de un orden que destituye al signo lingüístico como empuje al significado. Aún con esa influencia, Lacan prefiere separar en un caso clínico los mitemas múltiples –reducción del mito unitario del neurótico- por ejemplo la fineza épica en la elección amorosa de “El hombre de las ratas”.

Este retorno a Freud se hace al núcleo fallido de su doctrina del inconsciente. Dice Marcos Zafiropoulos que este punto de anclaje toma el nombre de “padre muerto” como acceso a lo simbólico en Freud, donde el Tótem sustituye al padre; y “valor cero”, función del número de hacerse “llamado a otro”, con el privilegio de contar sin contarse, en Lévi Strauss. Es esto lo que le sirve a Lacan para inventar el concepto del Nombre-del-Padre.

Hecho jurídico y bien decir

Comentaremos 1una encrucijada medico-jurídica que apela al sistema de creencias de la ética, entendida como práctica de las decisiones. Se trata de un niño de raza guaraní, una etnia diferente religiosa y jurídicamente que en algunos momentos históricos (como el de la intromisión...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR