Grondona, el padrino de Messi

BELO HORIZONTE.- "Ustedes son muy malos conmigo, muy malos ¿Todo lo que hago está mal, todo? ¿Nunca hice nada bien, nunca hago nada bien? Ya me van a extrañar el día que falte". Con voz de Marlon Brando y música de fondo que se imagina aunque no suene, la voz de Julio Humberto Grondona llega a través del teléfono y el mensaje no trae sólo palabras. No fue ayer, ni anteayer. No fue una sola vez, ni dos. Cada vez que se da la oportunidad, sea en charla informal, sea en entrevista, sea al pedirle que gestione algo que él y sólo él puede gestionar, el presidente de la AFA aprovecha para quejarse de las críticas que recibe. Que en algunos casos, como aquí, no son pocas. Ni son tibias. Pero lo hace de frente, en la cara. "Alguna vez les voy a dar una nota y les voy a pegar un baile", anuncia.Una vez, justamente durante una entrevista formal, apenas horas antes de que los goles pasaran a ser de dominio público, cuando estaba en plena gestión por ese tema, Grondona contestó de manera contundente a una pregunta elemental, en medio de la charla que abarcó todos los temas."¿Cuál piensa usted que ha sido su mayor defecto durante tantos años de mandato?" Respondió: "Fui demasiado generoso con los dirigentes de los clubes, les di demasiado dinero y permití que se endeudaran".No había sido ese su principal defecto, en realidad, sino la principal razón de su poder eterno. Ésa es la cuestión.Pero lo cierto es que ese poder trascendió fronteras: su autodefinición "Soy el vicepresidente del...

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