Con una grieta basta y sobra

No había pasado nunca: ningún ejecutivo del Grupo de los Seis, que reúne a los sectores más relevantes de la economía, y casi ninguno de la Unión Industrial Argentina estuvo la semana pasada en Mar del Plata en el . Puede haber una doble interpretación al respecto. La más obvia son los cuadernos de Centeno, causa que compromete a gran parte del universo de contratistas del Estado y que convenció últimamente a varios de bajar el perfil. La otra razón no excluye a la anterior: aun frente a una gestión económica calificada por muchos de ellos como decepcionante, los empresarios creen al mismo tiempo que el rumbo económico de Macri es el correcto y, más importante todavía, que las alternativas serían peores. "Nadie quiere criticar al Gobierno: si le echamos leña al fuego vamos a abrirle la puerta a una opción irracional", explicaron a LA NACION en el Grupo de los Seis.Es el gran triunfo de . Que puede percibirse también en la lógica con que razona el resto de la sociedad. Hasta ahora, los sondeos anticipan que ni las investigaciones por corrupción ni las corridas cambiarias han conseguido cambiar un escenario que ya parece consolidado: solo Cristina Kirchner se equipara al Presidente en intención de voto para la elección del año próximo. Ese universo estático coincidirá seguramente con una segunda restricción, igualmente relevante para quienes hacen política: la existencia casi nula de fondos para financiarla. Será entonces, como pasó en Brasil después del Lava Jato, una campaña relativamente austera. ¿Qué empresario querría exponerse con una valija o una transferencia? "A nosotros ni siquiera nos van a tocar el timbre", sonrió anteayer ante la consulta un contratista de la construcción, el sector de mayor protagonismo en las crónicas de Centeno. No es casual que en los últimos días haya resurgido en el Congreso la pretensión de discutir opciones de financiamiento cajoneadas desde hacía casi cuatro meses. Ni que la urgencia asalte ahora más a opositores como Miguel Pichetto que a miembros del Gobierno. Siempre fue así: sin un sector privado generosamente dispuesto, tendrán más posibilidades electorales quienes cuenten con algún Estado -nacional, provincial o municipal- detrás del que disfrazar su proselitismo. Travesuras de los oficialismos. El último proyecto de la Casa Rosada para modificar el régimen de financiación, que preveía la habilitación de aportes de empresas, la eliminación de donaciones en efectivo y la ampliación del período de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR