Los gremios oficialistas son los más afectados por el ajuste laboral

La golpea con mayor fuerza en el sector industrial. Afecta, sobre todo, a la rama automotriz y a su cadena productiva. Se trata de terrenos fabriles colonizados por sindicatos alineados con el Gobierno que no adhirieron al paro general del jueves pasado a pesar de los embates de la crisis.Los mecánicos del Smata, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (Sutna) son las tres organizaciones más afectadas por la caída del empleo en el mapa industrial. Así se destaca en un informe que divulgó recientemente el Observatorio del Derecho Social de la CTA disidente. Los datos surgen a partir de actas oficiales del Ministerio de Trabajo de la Nación, informes de los propios gremios y publicaciones periodísticas.Según el informe, el Smata sufrió en lo que va del año 8962 suspensiones y 503 despidos en nueve fábricas. No se precisó la cantidad de afectados de la firma Scania, que redujo al 75% los salarios de toda su planta. En la automotriz que más ajuste hubo fue en General Motors: 2700 personas fueron suspendidas."Lo del Smata no es una práctica nueva. En la década del 90 negoció suspensiones, como ahora. Lo de la UOM, en cambio, es más llamativo. Quizá responda a una postura más prudente para evitar que continúe la caída del empleo", sostiene Luis Campos, uno de los responsables del Observatorio de la CTA junto con Julia Campos y Jimena Frankel.El Smata es liderado por Ricardo Pignanelli, uno de los sindicalistas más cercanos a la Casa Rosada. Fue uno de los pocos referentes de la CGT oficialista que cuestionó públicamente la huelga de los gremios opositores.Y el secretario gremial del Smata, Gustavo Morán, criticó en la televisión pública a Hugo Moyano y a Luis Barrionuevo. Además reconoció que "los industriales somos los primeros que nos quedamos sin trabajo cuando el país ingresa en una situación de malestar". En su participación, Morán omitió referirse a la autopartista Lear, donde el Smata desplazó hace unas semanas a la izquierda de la comisión interna. Pero así y todo, no logró que la fábrica active su producción el día del paro.Por temor a que se acentúe la caída del empleo, Antonio Caló, jefe de la UOM y de la CGT oficialista, plantó su postura ante una mesa repleta de dirigentes: bajó la orden de neutralizar cualquier medida de fuerza y llamó a cuidar las fuentes de trabajo. Su exhortación fue antes de la huelga de Moyano y Barrionuevo.El intento de Caló por contener a su tropa encuentra sustento en lo que...

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