El gremio se declaró en alerta tras criticar al juez

El sindicato que reúne a los conductores de trenes, La Fraternidad, se declaró ayer en estado de "alerta y sesión permanente", tras el choque de trenes en la localidad bonaerense de San Miguel. Desde el gremio se levantaron fuertes críticas contra la detención e incomunicación de Sergio Balbi y Pablo Raviola, los maquinistas que conducían la formación de Ferrobaires, y se cuestionó la "liviandad" con la que el juez federal de San Miguel, Juan Manuel Yalj, se expresó al hablar de un tema que "desconoce".Por su parte, Omar Maturano, titular del gremio, dijo a La Nacion que "el tema es mucho más grave" y que involucra a todas las formaciones. "En Ferrobaires están anulados todos los frenos de emergencia y, además, de todas las formaciones sólo siete están funcionando, mientras que 19 no tienen repuestos", denunció."En lugar de restaurar el sistema de frenos, se engrampa el pedal con clavos y se anula la chapita del ayudante con un candado", agregó."Nunca antes se había visto un juez tan mediático; le importó más hablar tres horas por televisión que tomar la declaración de los maquinistas", dijo Horacio Caminos, vocero de La Fraternidad, quien agregó: "Esperamos que la Justicia tome idéntica actitud con la empresa Ferrobaires y que haga las detenciones correspondientes".Las declaraciones públicas de Yalj que apuntaron a que el choque fue producto de un "error humano" causaron malestar dentro del gremio. "Si hubo errores humanos, también incluyen a más personal de la empresa. El mismo juez admitió que los clavos en uno de los frenos son responsabilidad de la compañía y por ello...

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