Grave retroceso en la justicia bonaerense

Hace poco menos de un año, una llamada telefónica puso sobre aviso a las flamantes autoridades bonaerenses de la existencia de pruebas sobre algo tan conocido como difícil de confirmar: la red de recaudación ilegal de la policía de la provincia. A raíz de los datos telefónicos, el 1° de abril del año pasado la Dirección de Asuntos Internos de la policía bonaerense secuestró 36 sobres con 153.700 pesos en la Jefatura Departamental, en La Plata. Los investigadores sospechan que ese dinero provendría del juego clandestino, el narcotráfico y la prostitución.

Como consecuencia del allanamiento, la Justicia detuvo a nueve comisarios presuntamente vinculados con la recaudación ilegal y la distribución de los sobres. Y el mes pasado, uno de ellos, Federico Jurado, apareció muerto en su celda. Las primeras informaciones mencionaron que se trató de una muerte natural, pero a su abogado defensor le extrañó que el rostro estuviera cianótico y no descartó que lo hubieran asfixiado con una almohada. Luego, la autopsia halló escoriaciones y un hematoma de tres centímetros en el párpado superior izquierdo.

Cinco días después del hallazgo del cuerpo, en un fallo dividido, los magistrados de la Sala V de Feria de Casación bonaerense resolvieron excarcelar a los ocho comisarios restantes al acceder a los hábeas corpus presentados por los uniformados. Por la liberación se pronunciaron los jueces Jorge Celesia y Ricardo Borinsky, mientras que Carlos Natiello votó en contra.

Lógicamente, la medida llamó la atención. Pero el más sorprendido y frustrado por la decisión fue el fiscal del caso, Marcelo Martini, quien no calló sus críticas y señaló las posibles consecuencias de tan extraña decisión.

Martini, titular de la Ficalía N° 3 de La Plata, calificó la medida de "enorme torpeza". En declaraciones a LA NACION, aseguró que la liberación ocurrió cuando algunos de los comisarios "estaban a punto de quebrarse y cooperar" con la Justicia. "Que los hayan liberado -opinó- fue una decisión que entorpeció la investigación", en la que Martini ha pedido que se investigue al jefe de la policía bonaerense, Pablo Bressi, por considerar que la máxima autoridad de esa fuerza policial no podía ignorar qué ocurría con sus comisarios. Acerca de ellos repitió que "estaban por hablar y podían dar datos de gente buscada en la investigación". Agregó que si hubieran colaborado, él "podría haber llegado con la pesquisa a altas esferas del poder policial, judicial y, quizá, político".

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