Gravar más los ingresos y menos la producción

Cambiarle el nombre y llamarlo –quizás– impuesto a los ingresos en lugar de a las ganancias; categorizar a las personas según lo que perciben por todo concepto y no sólo por su trabajo; darle más progresividad al esquema, y fijar un mecanismo de movilidad para las alícuotas, deducciones y mínimos imponibles son cuatro de las definiciones que ofreció el presidente del Grupo Bapro, Santiago Montoya, al referirse al tributo que más polémica generó en los últimos años por los efectos de la inflación: Ganancias personales.

Cercano al candidato a presidente por el Frente para la Victoria, Daniel Scioli, Montoya aclaró, al exponer en el IX Encuentro sobre Impuestos de IDEA, que su identidad política le da libertad de pensamiento. Y se atajó al advertir que sus propuestas no deben ser tomadas como parte de un plan que aplicaría el gobernador bonaerense en caso de llegar a la presidencia, sino como lo que él le diría en caso de ser consultado.

La idea que subyace en las modificaciones que el ex recaudador provincial –estuvo a cargo de ARBA– propone para Ganancias, es que en el mediano plazo (20 años, según dijo) debería lograrse que los tributos sobre los ingresos y las propiedades tengan un mayor peso que el actual en la estructura impositiva, en detrimento de las cargas sobre la...

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