Granos: la Argentina desafía a una de las creencias económicas más aceptadas

Los granos se cosechan, pero una parte de acopian para tratar de mantener el valor de lo invertido en la cosecha ante la falta de alternativas de resguardo

La carencia de alternativas de resguardo de valor y la persistente y natural (tras tantos años de elevada inflación) desconfianza hacia el peso hicieron que los productores agrarios mantuvieran en la presente campaña la misma conducta de autoconservación adoptada en los últimos años: vender sólo la cantidad de granos necesaria para asegurar la concreción de su próxima campaña y atesorar el resto.

Esto llama la atención por el incentivo de precios que les dio el mercado internacional, al cotizar la soja (principal producto exportado) un 52% promedio por encima de la anterior campaña, si se comparan los precios promedio vigentes en la denominada "temporada alta" 2020 (US$ 322 la tonelada) con los convalidados este año (US$490) en igual período del año (de mitad de abril a finales de agosto).

Es decir, la conducta que adoptan desafía la teoría económica que indica que la codicia, llegado un punto, vence al miedo y confirma que la Argentina pone en tela de juicio hasta las hipótesis más aceptadas en estas ciencias. El dato aparece en momentos en que las empresas agropecuarias están cerrando la comercialización de los granos producidos en el ciclo 2020/21, en aquellos casos en que aún se cuenta con mercadería sin vender.

La observación surge de un trabajo realizado por el economista Juan Manuel Garzón y publicado por Fundación Mediterránea, que pone el ojo en ellos, porque no desconoce que tanto el stock sobrante como los cultivos de verano del ciclo 2021/22 (soja, maíz) "serán muy importantes en términos de ingresos y divisas en el año entrante en un contexto de reservas escasas en el BCRA y tensiones en el mercado cambiario".

El trabajo comprueba que, tanto con la soja como con el maíz, la comercialización primaria de granos viene siendo igual o apenas algo mayor a la del año previo. "A fines de agosto se llevaban vendidos 23 millones de toneladas de soja, una cifra muy parecida a la de la campaña previa, y un equivalente al 50% de los granos producidos en el ciclo (se suponen 46 millones de toneladas)", detalla sobre datos del Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca (MAGyP), antes de apuntar que el ritmo de avance de la comercialización de la soja ha ido bajando en los últimos años distribuyéndose en una ventana temporal más amplia.

"Hace 10 o 15 años, a fines de agosto ya estaba...

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