Un gradualismo signado por la Justicia

Desde que la Corte Suprema falló sobre las tarifas del gas, el contexto político en el que se mueve la economía sufrió una importante mutación. Con la obligatoriedad de las audiencias públicas, se abrió el campo de una batalla para la que se preparan ahora todas las fuerzas políticas. La consecuencia más inmediata es que el Gobierno no podrá presentarse a ese combate con los aumentos previstos. La aritmética de Juan José Aranguren está en revisión. Por lo tanto, y ésta es la segunda consecuencia relevante del pronunciamiento de los jueces, los números fiscales deben ser recalculados. Al gradualismo del Ejecutivo se le agrega el gradualismo judicial.

Frente a estas novedades, los operadores económicos pretenden ver los cálculos del presupuesto 2017, que Alfonso Prat-Gay enviará al Congreso el mes que viene. Si la reducción de gastos será más moderada, la clave para alcanzar el equilibrio será el nivel de crecimiento. Ayer, Marcos Peña abrió ese debate en Diputados con una picardía: "El referente económico del candidato del Frente para la Victoria (FPV), Miguel Bein, pronostica que el año que viene la economía se va a expandir 5%. Nosotros somos más moderados". El combate comenzó.

Macri es metódico al extremo. Por eso la necesidad de reorganizar sus objetivos, impuesta por la Corte, lo vuelve más ansioso. En la última reunión de gabinete ocurrió lo que se creía imposible: amonestó a Aranguren por gradualista. La impaciencia tiene dos motivos: el ajuste será menor y más lento. Era lo que aconsejaba, en una inesperada coincidencia con Jorge Bergoglio, el asesor Jaime Durán Barba. Pero lo lograron los jueces.

El vicejefe de Gabinete Gustavo Lopetegui no terminó de definir con Aranguren la nueva estrategia tarifaria. Hasta anoche pensaban elevar el precio promedio del gas de 1,3 a 3,5 dólares por millón de BTU, y no a 4,7, como tenían previsto antes de la sentencia. El objetivo es producir aumentos semestrales para, en diciembre de 2019, converger con el precio de mercado. Hoy equivale a 7 dólares.

El nuevo esquema de tarifas impacta sobre el nivel de déficit fiscal. En el planteo originario, el Estado pensaba ahorrar 2800 millones de dólares. Ahora sólo ahorraría 2000. Quiere decir que se gastarán 800 millones más que lo calculado. El recorte se hará a fin de año y el año que viene se mantendrá la pendiente actual. Por lo tanto, la suba de las tarifas ya no permitirá al Tesoro reducir el déficit en 2 puntos del PBI en el bienio 2016-2017. Tendrá...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR