Gracias, Uruguay

"Cuando se trata de salvar los interese públicos, se sacrifican los particulares". José Gervasio Artigas.***Montevideo, Uruguay. 25 de mayo pasado. El presidente Luis Lacalle Pou, que apenas lleva tres meses de gobierno, va a visitar a su antecesor, Tabaré Vázquez, a su casa del Prado.Lleva entre las manos una carpeta. Es el plan contra el que le envió Vázquez solo seis días antes. El documento, elaborado por técnicos del Frente Amplio, tiene cien páginas. lo lleva subrayado y marcado con papelitos de colores que separan las partes sustanciales.Se saludan en la puerta, ambos con tapabocas. dura una hora y media.Al concluir, Lacalle dice: "Venimos a buscar coincidencias, no diferencias. Hablamos de la situación general. Hay más coincidencias que diferencias".El efecto de la pandemia golpea fuerte en lo social, con gente que pide ayuda y la atienden con ollas populares, y muchos ciudadanos sin nada, viviendo en la calle. El país vive un fuerte clima de debate sobre esta situación, tanto en ámbitos legislativos como por declaraciones en los medios. Siempre con respeto, sin escándalos, sin agresiones.El gobierno encara una profunda reforma en el sistema de seguridad social. Para la comisión de expertos convocada a tal fin se anuncian representantes del oficialismo y de la oposición. Harán un primer diagnóstico y, luego, un proyecto de ley. Juntos.Hay más. Tras asumir el cargo, exembajador en España del opositor Frente Amplio y amigo del presidente argentino, Alberto Fernández, visitó a todos los expresidentes uruguayos para invitarlos a participar de una "política de Estado". Hasta el propio con sus 85 años, y a pesar de la pandemia, lo acompañó, aunque es bien conocida su discrepancia con la postura oficial de que "Venezuela es una dictadura".Explica a LA NACION el expresidente Julio María Sanguinetti: "Uruguay siempre construyó una convivencia democrática armónica, en la que la institucionalidad ha sido fuerte. Cultivamos un estilo que busca acuerdos y entendimientos. El respeto personal no se pierde. Los expresidentes, por ejemplo, venimos de orígenes muy diversos, pero nunca dejamos de tener diálogo, no siempre coincidente, porque creemos que así seguimos contribuyendo a la vida democrática. Por otro lado, nuestra Justicia es independiente, comete errores, pero no se subordina a la vida política".Agrega un amigo uruguayo desde Montevideo: "Los sindicatos prepararon en el verano una ofensiva contra el nuevo gobierno. Rechazan las propuestas...

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