Grabois llevó al Papa un diagnóstico social

En una semana en la que las tensiones sociales quedaron expuestas en las calles, desde la movilización del 1-A, de apoyo al Gobierno, hasta el paro de la CGT y los cortes de agrupaciones de izquierda en accesos estratégicos a los centros urbanos, Francisco tuvo un encuentro con movimientos populares en Roma.

Una de las presencias más activas fue la del dirigente social Juan Grabois, líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), quien denunció en el Vaticano una fuerte represión policial contra un comedor social de Villa Caraza, en el partido bonaerense de Lanús, cuando los agentes que buscaban a un prófugo con pedido de captura dispararon gases y balas de goma .

Ante cardenales y obispos, que celebraban los 50 años de la encíclica social Populorum Progressio, de Pablo VI, Grabois denunció que una de las cocineras del comedor del MTE, Laura Zaracho, perdió su embarazo. Presentó ante los ojos del Papa un cuadro de "recrudecimiento de la represión".

Al informar sobre el encuentro, el sitio Vatican Insider resumió que "los movimientos populares siguen en pie de lucha desde el Vaticano". El periodista Andrés Beltramo Álvarez reveló que está en preparación un encuentro latinoamericano de movimientos populares en Lima, similar a los celebrados en Roma (octubre de 2014 y noviembre de 2016) y en Bolivia (julio de 2015), cuando Francisco llamó a defender las tres T: tierra, techo y trabajo.

El martes último, el Papa insistió...