Gonzalo Demaría: 'Somos un matriarcado fallido'

Tiene cinco espectáculos en cartel y dos proyectos que estrenará en los próximos meses. A Gonzalo Demaría le produce mucho pudor hablar del tema. Este hombre muy tímido que por momentos se siente un bicho raro dentro de la actividad teatral -es un profundo conocedor de la historia argentina y además especialista en genealogía- asegura que su carrera se fue construyendo con persistencia. Está convencido de que ha tenido mucha suerte y una serie de encuentros providenciales que le permitieron afirmarse en el medio. En los 90, Helena Tritek estrenó su primera obra, Nenucha, la envenenadora de Monserrat. A mediados de 2000, su encuentro con Alfredo Arias le posibilitó estrenar en París y producir cuatro experiencias conjuntas: Mambo místico, Tres tangos, Marranadas y Deshonrada.

Para comenzar a desentrañar algunos aspectos de su trabajo Demaría habla de Té de ceibo, una experiencia que, en El Tinglado, dirige Alejandro Giles y que está interpretada por Cristina Allende, Eduardo Calvo, Florencia Cappiello, Nicolás Furtado e Isabel Quinteros. Allí analiza el ser nacional a través de un pacífico florista que cultiva su jardín y que de noche se transforma en un general nazi. "Trabajo en la línea de un Jekyll y Hyde criollo -explica-. Este hombre vive en una casona familiar decadente, que tiene algo del mundo de Beatriz Guido con guión de Torre Nilson y donde escondían a un loco en el altillo. Este loco en mi obra rescata a una india afectada por una radiación nuclear. De día la protege mientras cultiva su jardín y en las noches la maltrata."

-Es un personaje muy parecido al de La maestra serial. Muestra una imagen, pero posee una contracara aterradora.

-Ella tiene asumida esas dos personalidades. En Té de ceibo aparece algo más inconsciente y si se quiere el personaje es más perverso. Creo que el tema del poder me preocupa. El poder como abuso aparece en varias de mis obras.

-En La Anticrista jugabas con ciertos aspectos de la personalidad de la ex gobernadora de Santiago del Estero, Mercedes Aragonés de Juárez, y ahora en Deshonrada te metés en el mundo conflictivo de Fanny Navarro.

La Anticrista fue un proyecto hermoso que compartí con un grupo de actores maravillosos y que hicimos en un lugar marginal, la fábrica IMPA. La magia que ofrecía ese lugar era impresionante. Era un espectáculo que requería un nivel de producción muy costoso, pero que logramos imponer con nada. Omar Calicchio haciendo de Anticrista era fantástico. Lo de Fanny surgió...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR