Tras el golpe electoral, la UE empieza a redefinir su rumbo

PARÍS.- Dos días después del huracán de euroescepticismo que se abatió sobre Europa en las, los líderes de la Unión Europea (UE) buscaban anoche en Bruselas respuestas apropiadas a los mensajes de rechazo y descreimiento expresados por millones de electores.Lo que debía ser apenas una cena informal se transformó en un verdadero brainstorm , donde jefes de Estado y de gobierno intentaron hasta altas horas de la madrugada ponerse de acuerdo en la orientación política para los próximos cinco años, así como sobre la identidad del nuevo presidente de la Comisión Europea (CE), que estará encargado de aplicarla al frente del ejecutivo regional.El ex primer ministro conservador luxemburgués Jean-Claude Juncker es quien está en mejor posición después de la victoria de las formaciones de centroderecha, agrupadas en el Partido Popular Europeo (PPE) en el Parlamento. A pesar, incluso, de la hostilidad del primer ministro británico, David Cameron, que quiere vetarlo por juzgarlo demasiado "federalista".Aunque el PPE haya retrocedido sensiblemente en relación con el, obtuvo 213 bancas contra 191 de los socialdemócratas (PSE).Juncker ya fue apoyado por todos los presidentes de grupos políticos del Parlamento, que le confiaron mandato para que negocie la formación de una mayoría. Incluso su principal rival, el socialista alemán Martin Schultz, anunció que apoyaría su nombramiento.Quienes apoyan la candidatura de Juncker consideran que, por respeto a la voluntad de los electores, es necesario bloquear todo intento de promover una candidatura exterior, sin mandato parlamentario. A esa categoría pertenecen la conservadora francesa Christine Lagarde, actual directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), y el social-demócrata francés Pascal Lamy, ex director de la Organización Mundial de Comercio (OMC).Pero el proceso no será nada fácil porque Juncker enfrenta la obstinada oposición de Cameron, que también rechazó a los otros candidatos: no quiso al socialdemócrata alemán Martin Schultz ni al ex primer ministro liberal de Bélgica, Guy Verhofstadt. Para él, ninguno será capaz de promover los cambios necesarios.Cameron, debilitado políticamente por el triunfo de los eurófobos del UKIP en su país, también apeló a "concentrarse en el crecimiento y el empleo", pero juzga que el "aparato" europeo es demasiado pesado."Debemos reconocer que Bruselas se ha transformado en una máquina pesada que interfiere exageradamente y es...

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