Los goleadores, objetos del deseo

Son los protagonistas del verano, las estrellas de un mercado de pases que comenzó lento y remolón. Resultaron ser los jugadores fetiches de los entrenadores, que insistieron ante los dirigentes para que activaran negociaciones y disimularan que en las tesorerías escasean los billetes. Apelando al ingenio, a las promesas, y también a la billetera amiga de los grupos inversores, hubo tratativas de toda clase: sorpresivas, relámpagos, eternas, polémicas, frustrantes? Los goleadores se convirtieron en un objeto de deseo que abarcó a los equipos con aspiraciones para ser candidatos en la pelea por el título del Clausura, y a aquellos que, calculadora en mano, hacen cuentas para que la tabla de los promedios no los condene a perder la categoría. Ricos y pobres diseñaron planes para no quedarse fuera de la gigantesca vidriera y también para entusiasmar a los simpatizantes con esos nombres.Desde el último campeón, Boca, hasta Tigre, el más comprometido para mantenerse en primera, bucearon en el mercado para sumar a un delantero. También River, que en Fernando Cavenaghi tiene a uno de los artilleros en la primera B Nacional, potenció el ataque con un nombre rutilante. Resignando dinero a cambio de recuperar prestigio regresaron del exterior Santiago Silva, que dejó Fiorentina para sumarse a Boca; Ernesto Farías, de irregular paso por Cruzeiro y que aceptó ser cedido a préstamo a Independiente. Y David Trezeguet, que rompió el vínculo con Baniyas, de Emiratos Árabes, para cumplir un sueño de juventud y se calzó la camiseta de los millonarios, son casos testigos.Menos deslumbrantes por quilates y arrastre, aunque ya cumplen con su misión, el uruguayo Carlos Bueno enciende las esperanzas en San Lorenzo y Jorge Córdoba, procedente de Deportivo Quito, de Ecuador, le dio un aventón con dos festejos a Arsenal en la ilusión de ser parte del Grupo 8 de la Copa Libertadores. También del exterior volvió César Carignano, que abandonó Universidad Católica, de Chile, para reforzar a Atlético de Rafaela, donde fue una pieza fundamental en el ascenso.El mercado local también aportó al movimiento y Mauro Óbolo, cuyo nombre sonó en la Boca, lideró las negociaciones al incorporarse a Vélez, club donde realizó las divisiones inferiores y debutó en primera. El paraguayo Santiago Salcedo finalizó el préstamo con Argentinos y Lanús le hizo un espacio en el plantel. Para eso, el DT Gabriel Schurrer...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR