Ya tenemos gobierno: solo falta que gobierne

Creo que no es aventurado decir que los argentinos nos hemos dado un gobierno raro, rarito. Ojo: no estoy haciendo un juicio de valor ni mucho menos anticipando que no le va a ir bien. Simplemente digo que tiene formas extrañas, sobre todo por tratarse de un gobierno peronista. Desde su inauguración, el martes, vimos que el poder parece estructurado sobre el presupuesto de que habrá un juego entre el policía bueno, Alberto, y la policía mala, Cristina. Alberto saluda a Macri, lo aplaude, lo abraza, empuja la silla de ruedas de Gaby Michetti y larga cuya moderación y llamado a la unidad de los argentinos me hizo cantar, desde mi palco en Diputados: "Se siente, se siente, Alberto presidente". Horrorizada por lo que veía y escuchaba, Cristina salió al cruce de tanta dulzura desparramando litros de agua tónica. Ahí no tuve más remedio que entonar: "Se siente, se siente, la yuta está caliente".Pero eso no fue lo más significativo. Llevan cuatro días en el poder y todavía no anunciaron una sola medida económica. Son los primeros bomberos sin apuro. Saben que van a ser gobierno desde la noche del 11 de agosto, hace cuatro meses, y da la impresión de que todavía están armando el equipo y el plan. Jefe, ¡ya empezó el partido! Solo se conoció que habrá 20 ministerios, lo cual puede ser interpretado como un paliativo a los altos índices de desempleo.Es cierto que la policía mala metió las uñas cuando el policía bueno, después de bajarse de los aviones y de pasar horas tuiteando con desconocidos, había logrado elegir un ministro de Economía. Ella se lo bochó. A ese y a otros. Haberlo traído a Martín Guzmán, un investigador de Columbia, también es extraño. O es una genialidad o es un piletazo. Como que al tipo lo dejás en el Obelisco y se pierde. Esta semana, un banquero muy grosso me dijo que le llamaba la atención que al peronismo le haya costado tanto hacerse de un ministro de Economía: "Al final lo encontraron en un casting universitario". Yo odio las ironías, pero esa está buena.En su conferencia de prensa del miércoles, el mayor mérito de Guzmán fue no haber pisado el palito y, algo tampoco menor, demostrar que no se olvidó el castellano. Lo demás, enunciados difusos. Matías Kulfas, el ministro de Desarrollo Productivo, también se movió entre generalidades al hablar en un foro de Techint. Por ejemplo, dijo que las medidas se conocerán en "las próximas semanas". ¿De cuántas semanas estaría hablando, amigo Kulfas? ¿Paquete navideño? ¿Regalo de...

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